¿Cuáles son las características que convierten a tu empresa en una del futuro? ¿Las que mantienen trabajadores felices, productivos y eficientes que consideran su lugar de empleo como “el de sus sueños”?

Lamentablemente vivimos en un mundo donde solo uno de cada seis trabajadores está feliz con su trabajo, explicó el presidente ejecutivo de STRATAM, Luis Sota, en el XX Congreso de Personas y Organización 2018. Pero los principales actores pueden hacer cambios en su entorno, y Sota entrega pasos importantes que seguir para alcanzar metas innovadoras, efectivas y sustentables. ¡No te pierdas las claves de su presentación!

Lo que se perdió con la automatización

Durante muchos siglos, todo lo que se produjo era hecho por artesanos, expresó Luis al comenzar su presentación. Y los artesanos tenían esa cualidad de cuidar lo que hacían.

“Siempre trabajaban para alguien, conocían a su mandante y a su cliente. Sus procesos de trabajo estaban dictaminados por sus habilidades, por sus costumbres muchas veces heredadas de sus padres y compañeros. Existía una unidad entre los artesanos y el objeto de sus trabajos: lo que producían lo hacían con amor, con dedicación”, enfatizó Sota.

“Había una unidad entre el artesano y el mandante y entre el artesano con el objeto”, agregó, diciendo que, con la división del trabajo, perdimos ese cariño que se generaba por el producto que ellos mismos creaban.

“Hemos perdido esa capacidad de cuidar con la división del trabajo”, dijo Luis ejemplificando cuando alguien está produciendo la puerta de un automóvil en una fábrica o la pata de una mesa se pierde parte importante del proceso “¿Dónde está la unidad de lo que yo hago? ¿A qué cliente estoy sirviendo? ¿Cuál es la consecuencia de esta automatización sobre los trabajadores?”, se preguntó el consultor.

Negativas cifras

Uno de seis trabajadores en el mundo hoy día es feliz en su trabajo, según una estadística de (acá agregaría qué es y su origen. Ej: consultora, revista, estudio, etc) Gallup. Esto significa que solo al 15% de los empleados en el mundo les gusta ir a trabajar. “El 85% de la fuerza del trabajo del planeta no quiere estar donde está”, enfatizó Luis Sota.

“Necesitamos reinstalar la capacidad de proteger, de recuperar esta naturaleza, de ser cuidadores en nuestro espacio de trabajo”, explicó.

¿Cuáles son los pasos a seguir?

“En primer lugar, si uno quiere ser un constructor de compañías donde ama trabajar, tenemos que cultivar el sentido de propósito”, aconsejó Sota. Esto viene de la pasión que podamos sentir por algo que realmente nos importa, indicó, haciendo una analogía con el artesano: “Hay que aprender a hacer cosas extraordinarias en nuestro trabajo, como lo hacía el artesano”.

Para explicar esto en más detalle ejemplificó con el caso de importantes y reconocidos empresarios, como Jeff Bezos y Steve Jobs, fundadores de Amazon y Apple, respectivamente.

Al igual que ellos, para lograr cosas extraordinarias, hay que tener enormes ambiciones. “Entonces preguntémonos el por qué queremos promover en nuestras empresas un sentido de propósito. ¿Qué diferencia hace nuestra empresa en el mundo? ¿Qué pasaría en el mundo si nuestra empresa no existiera?”, dijo Sota.

También hay que promover una productividad que genere prosperidad compartida. Hoy se pueden dar grandes saltos en productividad rápidamente. Así fue el caso de WhatsApp y Cornershop, aplicaciones que en pocos años se posicionaron muy bien en el mundo empresarial.

Al mismo tiempo, es necesario promover una ética de respeto. Lo que quiere decir que uno se compromete a garantizar el comportamiento que a uno le gustaría que otros tuvieran consigo. “Y significa también preocuparse del bien común”, dijo.

Índice de reputación

Reputation Institute clasifica a las empresas según su reputación, mencionó Sota. Lo que los clientes valoran en primer lugar, es la calidad y el buen servicio. En segundo, la ética y el compromiso de las empresas con el bien común, lo que se ve traducido en los índices de reputación.

“Las empresas que combinan ambas cosas, productos de calidad, servicios de calidad, comportamiento ético y compromiso con la sociedad son las que tienen la reputación más alta”, explicó.

Es fundamental recordar que sin aprendizaje no hay innovación, indicó. “Cuando realmente amamos algo, la motivación del aprendizaje viene automáticamente. Aprender significa descubrir. […] Aprender en las empresas significa ponerse objetivos ambiciosos y aprender a realizarlos”, dijo.

Cambios necesarios

Finalmente habló de la importancia de la sustentabilidad, la diversidad y de escuchar. “Ser sustentable significa que no tomo más de lo que entrego de vuelta. También hay que, no solamente tolerar a lo que es diferente de uno, sino que apreciar el que haya personas y muchas que tengan posturas de género, políticas, religiosas, científicas, etc., diferentes a las de uno”.

“Hay que escuchar, recibir el feedback, agradecerlo y aprender. […] Queremos que nuestras empresas sean un lugar donde la gente sea feliz, que la innovación, el servicio y la productividad sean una consecuencia de esa felicidad individual, personal y colectiva de las personas”, expresó, haciendo un llamado a cultivar este sentido de propósito, productividad y prosperidad.

“Prometer y cumplir, aprender a innovar, promover la sustentabilidad. Lo que queremos al final con estas prácticas que les hemos propuesto, es ayudarles a ustedes y a la gente que trabaja con ustedes a generar un espacio que podamos cuidar en el lugar de trabajo”, dijo al final de su exposición Luis Sota.

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