En ALSET Global se busca “transformar camiones mineros a hidrógeno, sustituyendo el 65% de emisiones y consumo de diesel. Es un proyecto bastante transformador”, contó Rodrigo Edwards, gerente general de la firma, sobre la industria en la que se está desempeñando y al abrir su presentación en la Mesa Redonda de Marketing: ‘Disrupción en los Modelos de Negocios’, realizado este jueves 21 de marzo en Casa Piedra.

Después, Edwards dio paso al tema central del evento y explicó que un modelo de negocios es “una arquitectura estratégica que permite crear, distribuir y capturar valor en un mercado”, y planteó la pregunta: ¿Es tan difícil disrumpir en los modelos de negocio? La respuesta está presente en tres desafíos y el también cofundador de Idemax señaló que existen tres desafíos para lograrlo, los que se mencionan a continuación.

El cuestionamiento de los paradigmas

Rodrigo Edwards no se quedó solo en una invitación a interrogar, sino que también aseguró que hay que desafiar esos paradigmas. “Esta parte es importante, porque es en busca de nuevas formas de mirar la industria, [de buscar] un propósito. Pensar en el proceso que los mueve, que los levanta en la mañana”, señaló.

“El desafío es grande, pero el propósito es como el ancla que dice que estás en el modelo correcto”, indicó el gerente general de ALSET Global.

Dos viajes entre A y B

 “Hay dos tipos de escenario donde se convive: uno, donde diariamente queremos ir de un punto A hacia un punto B, donde B es conocido, un objetivo claro. Lo que yo hago aquí es mejorar lo que estoy haciendo, meto datos, conocimientos, experiencia y llego de A a B lo más rápido posible”, sentenció Edwards.

Esto sería, según el experto, lo que nos enseñan en el colegio como método para conseguir objetivos, desde kínder aprendemos llegando a una meta clara, rápido, de forma eficiente y hacia adelante “nos perdemos en ese rumbo”, agrega.

El otro escenario, tiene un objetivo difuso, uno parte en A con una idea de B y se va a cualquier parte. “No tengo idea de hacia dónde voy, entonces, es un espacio donde estoy creando, se abren posibilidades, no realidades”, concluyó Rodrigo.

“No sé lo que vamos a hacer si no sé a dónde voy, y los experimentos los hago porque quiero aprender, no porque quiero ganar”.

Edwards mostró un gráfico que señalaba la curva de vida de una empresa y comentó: “parte de la curva S, se ve igual a la muerte y declive de la empresa, entonces la pregunta es ‘¿quién tiene la voluntad de morir?’, esto puede ser difícil, pero hay que dejar que ocurra para lograr el cambio.

El primer paso para el cambio: la voluntad

“Tener la voluntad de transformarse, morir y renacer”, es la frase con que el académico se refirió a la “fase más importante” y en la que nace un modelo de negocios disruptivo con este primer paso.

“Entonces, lo que tienen que hacer, es una cultura que permita navegar caminos desconocidos, que los lleve a océanos azules con monopolios a largo plazo que multipliquen por 10, pero que cuestionen los paradigmas más duros del modelo de negocios. Esa cosa que la experiencia me dice que funciona, lo cuestiono y lo ataco”.

Para concluir, Edwards señaló: “Espero que se vayan inquietos, porque si quieren hacer grandes cambios tienen que salir de aquí pensando cómo van a tener ganas de morir”, refiriéndose a la vida de una empresa y al ciclo necesario para poder hacer modificaciones e innovaciones significativas.

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