El próximo 25 de octubre la ciudadanía chilena tendrá la oportunidad de elegir entre cambiar o mantener la actual Constitución.

En las cercanías del Plebiscito Nacional, el Círculo Legal de ICARE ha estimado oportuno ofrecer una serie de cuatro coloquios sobre los principales aspectos que deben considerarse al abrir un debate público sobre la carta constitucional.

El 12 de agosto realizamos el primero de los Coloquios Constitucionales, un espacio denominado ¿Qué debería incluir la Constitución?.

Una semana después, llevamos a cabo la segunda transmisión de esta serie, llamada Constitución y Gobernabilidad.

El tercer encuentro, denominado Protección Constitucional de Derechos, se efectuó el martes 25 de agosto.

Finalmente, el 1 de septiembre cerramos esta serie de cuatro partes con el encuentro ¿Qué tipo de gobierno darnos?.

El propósito de de este ciclo es «fijar una línea de base para colaborar» en la cuestión constitucional, un tema que «lleva tanto tiempo rondándonos», señaló Juan Ignacio Correa, socio de Correa Squella Abogados e Integrante de nuestro Círculo Legal.

Él fue el encargado de moderar este espacio que contó con la participación de destacados invitados y conocedores de la materia legal, constitucional y política chilena:

Constanza Hube, abogada e integrante del Consejo de Políticas Públicas de Libertad y Desarrollo.

Arturo Valenzuela Bowie, profesor titular de Gobierno y Director del Centro de Estudios Latinoamericanos en la Universidad de Georgetown.

Pablo Ruiz-Tagle, decano de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile.

 

Los tres, desde diferentes miradas, ahondaron en temas como qué tipo de relación debe existir entre el gobierno y las mayorías parlamentarias o cómo resolver el conflicto que se genera cuando el Ejecutivo es minoría en el Congreso.

Parlamentarizar el presidencialismo

Valenzuela Bowie ahondó en el tema de la «doble minoría», elemento clave para comprender lo que él denomina presidencias fracasadas.

En ese sentido, explicó que estas son «presidencias minoritarias sin apoyo en el Parlamento».

A su vez, apuntó que para hacer frente a este escenario se ha implementado el sistema de segunda vuelta presidencial.

Sin embargo, aseveró que la persona elegida en segunda vuelta «no representa a la mayoría» y eso crea situaciones complejas.

Además, entre sus críticas a este sistema está que «contribuye a la fragmentación del sistema político» incentivando los personalismos partidarios.

El académico recalcó que aboga por un sistema parlamentario, aunque es una opción que «para muchos parece imposible en Latinoamérica».

Asimismo, habló de la opción de «parlamentarizar el presidencialismo», tratando de crear lógicas de coalición.

Arturo Valenzuela Bowie ha profundizado en estos temas en varios artículos académicos entre los que destacan:

Orígenes y características del sistema de partidos en Chile: proposición para un gobierno parlamentario

Presidencialismo, semipresidencialismo y parlamentarismo

«La Constitución renovada no va a producir un estado místico de felicidad«

Por su parte, Ruiz-Tagle coincidió con algunos de los puntos planteados por Valenzuela Bowie.

El decano de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile comparte esa idea de parlamentarizar el presidencialismo.

Sin embargo, dice no tener una fórmula clara sobre cómo producir esa transición de un sistema a otro.

«Cuando se instala la idea de que el presidente es elegido es muy difícil que la ciudadanía renuncie al ejercicio de esa atribución y le entregue a la clase parlamentaria la posibilidad de decidir esa importante materia», resaltó.

Sobre la pregunta qué tipo de gobierno darnos, señaló que «no es una cuestión ligada a la relación entre Parlamento y presidente».

En ese sentido, explicó que, por los rasgos de nuestro sistema político, surgen otras interrogantes, tales como «qué vamos a hacer con los órganos autónomos y de control que están en nuestra Constitución».

«Son parte de nuestro sistema de gobierno y tenemos que encontrar una forma de hacer un sistema más coherente de toma de decisiones entre ellos», aseveró.

A su vez, destacó que «vamos a tener una convención constitucional donde estarán representadas fuerzas y figuras políticas tradicionales».

«Se va a producir una renovación de los cuadros políticos del país y eso es algo positivo», añadió.

Además, puntualizó que no se ilusiona con el inicio de una «nueva era» al modificar nuestra carta constitucional.

«La Constitución renovada no va a producir un estado místico de felicidad. Vamos a hacer algunos cambios modestos, algunas modificaciones que nos van a permitir mejorar lo que tenemos y transitar pacíficamente de la quinta a la sexta república», manifestó.

Ruiz-Tagle señaló que «esta es la gran aventura que se nos viene» y espera que, en esa sexta república, se reconozcan de una manera más reforzada los derechos económicos y sociales y haya más equilibrio entre presidente y Congreso«.

Factores problemáticos respecto al funcionamiento del régimen de gobierno

Por otro lado, Hube recalcó que últimamente se ha producido un debate sobre las bondades y las carencias del presidencialismo.

Una de las críticas centrales, detalló, surge al preguntarse qué pasa cuando el presidente no tiene mayoría en el Congreso.

«El escenario o el riesgo que se puede producir en el proceso político es una potencial parálisis institucional«, afirmó.

En ese sentido, abordó tres factores «problemáticos respecto al régimen de gobierno y su funcionamiento».

Además, resaltó que dichos factores «fueron parte de las razones de la crisis que se generó en octubre«.

Hube ahondó en la elección conjunta del presidente con el Parlamento, en el sistema electoral y en la alta concentración de poder en el Ejecutivo.

«De mantenerse un sistema electoral y un periodo presidencial como el actual, las elecciones conjuntas no dan para más«, enfatizó.

Además, puntualizó que deberíamos transitar hacia un sistema electoral «que propicie mayorías, de eficacia gubernamental y que estimule la competencia».