El próximo 25 de octubre la ciudadanía chilena tendrá la oportunidad de elegir entre cambiar o mantener la actual Constitución.

En las cercanías del Plebiscito Nacional, el Círculo Legal de ICARE ha estimado oportuno ofrecer una serie de cuatro coloquios sobre los principales aspectos que deben considerarse al abrir un debate público sobre la carta constitucional.

El 12 de agosto realizamos el primero de los Coloquios Constitucionales, un espacio denominado ¿Qué debería incluir la Constitución?.

Una semana después, llevamos a cabo la segunda transmisión de esta serie, llamada Constitución y Gobernabilidad.

«Queremos adentrarnos en una materia esencial en toda Constitución y contestar varias preguntas sobre cómo se debe organizar el poder en Chile», señaló Nicole Nehme, presidenta del Círculo Legal de ICARE y moderadora de este coloquio.

En esta ocasión, invitamos a tres destacados conocedores de la materia, quienes, desde diferentes perspectivas, abordaron los procesos que debe seguir la Constitución para la legislación de la norma y establecer los balances y equilibrios entre los poderes del Estado:

Claudio Alvarado, director ejecutivo del Instituto de Estudios de la Sociedad (IES).

Yanira Zúñiga, profesora del Instituto de Derecho Público de la Universidad Austral de Chile, sede Valdivia.

Patricio Zapata, profesor del Departamento de Derecho Público de la Pontificia Universidad Católica de Chile.

Reformas constitucionales de 2005: promesas que no resultaron

Alvarado planteó que Chile vive «una serie de fenómenos que dificultan la gobernabilidad del país».

«El irregular parlamentarismo de facto de los últimos meses resume este complejo panorama que enfrentamos en términos de gobernabilidad», añadió.

En ese sentido, aseveró que dicho escenario «se explica parcialmente por algunas características de nuestro orden constitucional».

Para Alvarado, las reformas constitucionales de 2005 fueron relevantes en términos de contenido, pero «lo que se prometió en ese instante no resultó como se esperaba».

«No puso fin al problema constitucional y por eso seguimos debatiendo esta cuestión», aseveró.

Al mismo tiempo, resaltó que un punto relevante en este último aspecto es «la singular mantención del sistema binominal».

«Nunca se atendió a las consecuencias que esto iba a generar en el marco de un régimen presidencial», manifestó.

Además, ahondó en la relevancia de la parte orgánica de la carta constitucional y, en particular, de atender el sistema político y la articulación entre el sistema electoral y el régimen de gobierno.

«Pensar lo femenino como parte neurálgica de la cuestión constitucional»

Por su parte, Zúñiga explicó durante su intervención que la gobernabilidad «es un equilibrio virtuoso entre legitimidad y gobernanza».

Este equilibrio, agregó la académica, permite «gestionar y resolver conflictos sociales asegurando estabilidad democrática y justicia social».

«Las constituciones pueden contribuir a esa gobernabilidad y esta, a su vez, es el resultado de una construcción política», afirmó.

Sin embargo, Zúñiga apuntó que para que haya gobernabilidad no solo importa lo que dicen las constituciones, también quién las redacta.

«Las constituciones son hijas de su tiempo […] Pensar lo femenino, como parte neurálgica de la cuestión constitucional, es crucial para que no se repita la misma historia, es decir, que las constituciones produzcan efectos diferenciales de género», señaló.

Asimismo, recalcó que «imaginar y redactar una Constitución desde un punto de vista de género» no es algo sencillo, pero «es un desafío ineludible de gobernabilidad en las sociedades actuales».

Una oportunidad para la legitimidad

Por otro lado, Zapata destacó nuestros problemas constitucionales son cuestiones que la democracia contemporánea enfrenta en distintas partes.

Por ello, ve como una gran oportunidad «este momento constitucional», ya que «las ocasiones se presentan en un momento difícil».

«Toca elegir: O nos armamos de valor y tomamos esta oportunidad, o nos refugiamos en la esperanza de que en dos, cinco o diez años más las condiciones van a ser propicias», enfatizó.

Zapata agregó que dicha oportunidad permitirá abordar lo que, según su análisis, es nuestro principal problema: la legitimidad.

Es un escenario para que «podamos trabajar en reactivar la legitimidad de las instituciones y la cohesión social«, agregó.

En otro orden de ideas, Zapata profundizó en la importancia de la independencia de los tribunales, un aspecto que, para él, «es la cuestión orgánica central en una Constitución».