«El poder es un demonio muy profundo, que adquiere lógica propia y es capaz de explotarte o ayudarte».

Así define Óscar Landerretche a ese «animal profundamente humano» que es parte de nuestra existencia desde hace siglos.

El economista y académico, autor de Siete nudos y Hacia un nuevo pacto social, fue el invitado del noveno capítulo de la cuarta temporada del ciclo En Persona.

Junto a Cristán Warnken, conductor de este espacio, Landerretche no solo ahondó en su particular mirada del poder, sino que, además, detalló parte de su vida en el extranjero, se refirió a la actualidad nacional y tocó otros aspectos de su trayectoria profesional y académica.

Dicho capítulo se transmitió en vivo el domingo 15 de mayo a través de ICARE TV.

«Me preocupa la instrumentalización justificada de la violencia»

Landerretche vivió sus primeros años entre Inglaterra y Colombia, pues sus padres fueron exiliados tras la caída de Salvador Allende.

De ambos países conserva cosas que han marcado su particular visión del mundo.

Entre ellas, él destaca la relativización de la violencia que las élites colombianas hicieron de la lucha contra el narcotráfico.

Salvando las distancias, Landerretche aseguró que le preocupa que un fenómeno similar se pueda vivir en Chile.

«Me preocupa muchísimo esa justificación instrumental de la violencia, porque [al igual que el poder] es un animal muy antiguo que vive dentro de nosotros y si lo liberamos es muy difícil devolverlo al corral», resaltó.

Proceso constituyente, ¿una oportunidad desperdiciada?

Por otro lado, el economista se expresó acerca del proceso constituyente y la nueva Constitución.

En ese sentido, aseveró que le frustra ver cómo la izquierda es incapaz de convertir dicho proceso en una victoria.

«Me frustra que la izquierda democrática de Chile nunca tuvo una situación tan buena para generar cambios sustantivos en el modelo de desarrollo de este país […] Haber desperdiciado eso, y que estemos enfrentando la posibilidad honesta de una derrota catastrófica de ese proceso, me hace pensar en el tema de los pipiolos y su falta de visión estratégica», apuntó.

Landerretche afirmó que el trabajo de la Convención Constitucional debía centrarse en «generar una constitución razonable».

«[Una Constitución] que condujera a este país a convertirse en un Estado social de derecho», sumó.

La necesidad de un Estado competente

El expresidente del directorio de Codelco también dio su punto de vista sobre el estallido social del 2019 y las lecturas que se generaron a partir de ese acontecimiento.

Para él, tanto derecha como izquierda tuvieron una mirada autocomplaciente, con «diagnósticos esperables» sobre lo acontecido.

«En mi experiencia posestallido, cuando le preguntábamos a la gente qué era lo que le molestaba, a veces era un problema con una empresa privada, pero centralmente era con organizaciones del Estado», contó.

Agregó que, si la izquierda pretende un proyecto de desarrollo con el Estado en un rol central, necesita hacerlo competente.

«Debe ser una organización que se gestiona con los mayores niveles de eficiencia en beneficio de los ciudadanos», puntualizó.