Desde que crearon La Fête Chocolat en 2006, su visión estaba clara: “A través de la entrega de productos de primerísima calidad, en una atmósfera inigualable, [queríamos] aportar felicidad y encanto en la vida de nuestros clientes”. Y aún refleja lo que quieren ser, explicó Jorge McKay, el gestor fundador, socio y gerente general de la chocolatería fina más grande de Latinoamérica.

Una empresa comprometida con el cliente y sus trabajadores, y que tiene valores claros, puede hacer una gran diferencia en el mercado y en el mundo. ¿Cómo es posible? Entérate con la presentación que hizo McKay en el XXVIII Congreso Chileno de Marketing 2019: “Un Nuevo Comienzo”.

¿Qué hace que una empresa sea diferente?

“A través de ese esfuerzo por ser una empresa diferente, estamos convencidos de que podemos llegar mejor al cliente final”, dijo Jorge McKay, iniciando su presentación.

La Fête Chocolat comenzó con un propósito claro hace 13 años. “Siempre quisimos hacer una empresa distinta”, enfatizó el gerente general. Y aunque en ese entonces eran solo cuatro personas, ahora ya llegan a las 450 que se reparten en 45 sucursales a lo largo de todo el país.

Crecieron progresivamente y lograron que el mercado de chocolatería fina se triplicara en diez años.

McKay enfatizó sobre la importancia del timing en cualquier negocio que está surgiendo: “Más que la idea, es el timing. Yo conozco muchos casos de muy buenas ideas con el timing incorrecto y eso, al final, es lo mismo que una mala idea”.

La clave: el propósito

El gerente general de La Fete explicó que hoy en día crear empresas con un propósito es fundamental y mencionó algunos ejemplos en que su chocolatería lo ha demostrado.

Actualmente tienen plantaciones en Costa de Marfil, donde se encargan de la producción,

realizan un manejo responsable de fertilizantes, pesticidas, optimizan el rendimiento de los campos, se aseguran de que no haya trabajo infantil, evitan la deforestación y erosión, siempre preocupándose por sus empleados y con un alto control de la calidad.

Esto definitivamente entrega un plus al cliente, pero también implica riesgos, indicó McKay.

“¿Qué hacemos? ¿Nos hacemos los lesos o nos hacemos cargo?”, preguntó. “Si nosotros queremos hacer una empresa del siglo XXI y una empresa interesante, responsable, con sentido, con propósito y todo, hay que hacerse cargo. Esto es difícil, super caro, pero hay que hacerse cargo y les da sentido y motivo a todos hacer algo distinto y mejor”, enfatizó en ICARE.

Clientes, el foco de una empresa

McKay mencionó algunos componentes que hay que considerar para ser una empresa del siglo XXI. Tener un foco en el cliente y ser coherentes con su visión. “El tratar de hacer una empresa que tenga propósito distinto, donde todos se sientan parte de la empresa”, dijo, agregando que él considera a las empresas como una fuente de crecimiento y realización.

“Nadie puede influir, en los tiempos actuales, más en la vida de la gente, para bien o para mal que un empresario. […] Nosotros somos el principal agente de cambio”, dijo a la audiencia, compuesta en su mayoría por empresarios.

“Los clientes son nuestros ángeles”, dijo McKay, indicándolos como un componente fundamental de su empresa. Por esto, en La Fête se preocupan de hacer una capacitación permanente a los vendedores y de incentivar su sentido de pertenencia.

La importancia de los valores

Y, por último, dijo que es fundamental tener valores centrales claros: “Una empresa con valores claros tiene una meseta ganada de todas maneras”. Jorge contó algunos de los que considera más importantes, como hacer las cosas bien con una obsesión por la calidad.

“Es un desafío permanente, mantener esto en acción, mantenerlo vivo, mantener a la empresa viva y a todo el mundo inquieto”, dijo McKay.

Finalmente, terminó su presentación haciendo un llamado a los empresarios: “Podemos cambiar el mundo. Los empresarios tenemos la posibilidad de cambiarle la vida a la gente para bien”.

Revive su presentación completa y descarga su PPT aquí.