Cómo las organizaciones han modificado sus políticas para tratar el acoso laboral y cómo ha evolucionado la regulación en los últimos años, ha tenido notorios cambios en los últimos años. ¿Cómo se pueden identificar?

Una buena opción es tomar como referencia las denuncias por acoso laboral recibidas por la Inspección del Trabajo. Entre los años 2000 y 2014, fueron ingresadas 200 denuncias, una cifra que subió a 280, solo entre 2014 y 2016. No obstante, el alza más notoria se registra en 2017, cuando las denuncias escalaron a 900.

Estas fueron las cifras entregadas por Francisca Jünemann, Presidenta Ejecutiva y co-Fundadora de Chile Mujeres, durante su participación en la Mesa Redonda “¿Cómo abordar el acoso laboral?  Apreciación de la diversidad y el respeto mutuo”, organizada por el Círculo de Personas y Organización de ICARE, y realizada el pasado 29 de noviembre.

El aumento en las denuncias no quiere decir que antes no existían casos de acoso, sino que evidencia el nuevo ambiente que existe para llevarlas a cabo, según contó Francisca. Sin embargo, reconoció que aún queda mucho. Entonces, ¿por dónde empezar?

El marco legal chileno es el punto de partida, plantea la abogada y Magíster en Derecho de Familia. Para ello, es fundamental que las empresas chilenas lo conozcan e implementen. Así podrán estar libres del acoso laboral y sexual que no son lo mismo.

¿En qué se diferencian el acoso laboral y el acoso sexual?

El acoso laboral corresponde a “una agresión u hostigamiento reiterados, ejercido por uno o más trabajadores, a través de cualquier medio, que provoque menoscabo (…). También es agresión física, amenazas, incitación a hacer algo, molestias o burlas”, explica la abogada.

El acoso sexual, en tanto, lo definió como “un requerimiento de carácter sexual, que amenace o perjudique la relación laboral y las oportunidades de empleo. No es consentido por quien lo recibe. Es una vulneración a la intimidad sexual”.

En ambos casos, tanto los acosadores como acosados pueden ser hombres o mujeres. Además, estas situaciones se pueden dar de manera ascendente, descendente u horizontal entre los colaboradores.

Sin embargo, más allá de la diferencia, hay que estar conscientes que en ambos casos se trata de una situación de violencia.

¿Cómo las organizaciones deben enfrentar el acoso?

“Cuando hay acoso, deben tomarse medidas inmediatas, porque la empresa es la principal responsable”, dice Francisca.

En este sentido, tres son las medidas que se pueden adoptar en un inicio. La primera tiene relación con separar al acosador del acosado. Entre ellas están la opción del trabajo remoto, separar el espacio físico entre los involucrados, distribuir las jornadas para que no se topen e incluso cambiar las jefaturas.

La segunda acción tiene relación con la realización de una investigación interna que no debe tomar más de 30 días. Por último, hay que informar del caso a la Inspección del Trabajo.

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