Más tiempo para las personas y, por lo tanto, más productividad y competitividad, son algunos de los impactos que se busca lograr con el nuevo programa de infraestructura. Este fue presentado por el entonces ministro de Obras Públicas, Juan Andrés Fontaine, quien ahora ocupa el cargo de ministro de Economía, en el Foro “Infraestructura: Concretando Obras para Chile”, en ICARE.

En su presentación, abordó temas como la inversión del Estado en obras públicas, la actual política hídrica y los proyectos de vialidad y aeroportuarios que están en cartera, entre otros.

“La cara visible del progreso”

El economista comenzó recalcando la importancia de los avances de las obras de infraestructura, las que catalogó como “la cara visible del progreso”. Esto principalmente por el doble rol con el que cumplen:

“Por un lado generan actividad económica, empleos en el corto plazo. Por lo que son particularmente oportunas en momentos en los cuales la economía tiende a desacelerarse. Pero más importante que eso, es que son cruciales para aumentar la capacidad de crecimiento a futuro una vez que esas obras ya están en servicio”.

Esto ocurre porque tienden a mejorar sustancialmente la productividad, que es la fuente del crecimiento económico. El cual se traduce en mejor calidad de vida, señaló Fontaine.

Y desde el ministerio están empujando un programa de infraestructura cuyo grueso son las obras de infraestructura de transporte. Esto es fundamental, porque les entrega más tiempo a las personas, lo que se traduce en productividad y competitividad.

“Los tacos que nosotros vemos en muchas de las autopistas no solo son una causa de molestia para las personas, son también un factor que retrasa el crecimiento de la economía y que estrangula posibilidades de aumentar la productividad”, explicó Fontaine.

Un programa necesario

En las autopistas el tráfico aumenta en promedio 10% al año, por lo que el tema de la infraestructura vial y aeroportuaria se hace crucial, indicó el ministro.

“Estamos hablando de un muy fuerte crecimiento. Una expansión muy fuerte de la demanda de esta infraestructura y obviamente la falta de inversión en el pasado se traduce en que el tráfico termina creando gran congestión en nuestras autopistas”, se lamentó.

Pero ahora la situación podría revertirse con la gran inversión que proyectan especialmente en el área de infraestructura. El programa, “contempla inversiones por más de US $20 mil millones entre 2018 y 2022. El despegue ya partió con una inversión de US$ 4.000 millones en el 2019 y más de 50.000 empleos directos”, detalló el ministro sobre el plan de acción que se resume en visión de futuro.

¿A qué se refiere con esta “visión de futuro”? A que estos proyectos hay que mirarlos varias décadas hacia adelante.

“Tres, cuatro décadas adelante, de manera de no llegar tarde a satisfacer las necesidades de infraestructura”, dijo, agregando que es fundamental darle sentido de urgencia a sus decisiones, para que no se demoren más de la cuenta y lleguen a tiempo a finalizar las obras.

También hay una dimensión social en el plan de trabajo en obras públicas. “Lo que tendemos a llamar obras públicas sociales. Esto incluye lo que son pavimentaciones rurales, sistemas de agua potable rural, bordes costeros y una cartera muy importante de edificación pública que incluye hospitales, centros de establecimientos educacionales, estadios y también obras de restauración patrimonial”, especificó.

Desarrollo en políticas hídricas

El ministro Fontaine se detuvo para hacer una breve mención a la política hídrica, siendo este un tema que requiere mucha atención por el cambio climático.

“La percepción que nosotros tenemos es que como sociedad hemos sido negligentes desde hace demasiados años. Se ha ido provocando este desbalance entre la disponibilidad de agua y los requerimientos de agua y eso ya no abarca solamente las regiones del norte, sino que las regiones del centro y también las del sur”, dijo, lo que tiene que ver con la fuerte demanda asociada al crecimiento económico.

También mencionó que el cambio climático reduce las precipitaciones en los caudales, la recarga de los acuíferos y genera lamentables episodios de sequía.

Pero sí hay instrumentos que se pueden aplicar y mejorar en su aplicación para resolver estos problemas, por lo que desde el ministerio están trabajando en un plan hídrico, cuyos objetivos son: garantizar el consumo humano y darles seguridad hídrica a los usuarios, incluyendo a las personas y los fines productivos.

Finalmente, el ministro explicó que todo es un plan con miras a los próximos 30 años. La pregunta no es si se debe llevar a cabo, sino que con cuánta urgencia. “Preguntarse cuándo es oportuno acometer cada una de estas inversiones […] Determinar cuándo es ese momento óptimo”, dijo.

“Es una tarea extensa la que tenemos por delante. Es un gran trabajo mover a Chile con obras de infraestructura, es un desafío enorme encarar el cambio climático con las obras necesarias de infraestructura, pero eso es lo que estamos tratando de hacer con claridad de propósito, visión de futuro y sentido de urgencia”, finalizó Fontaine.

Revive su presentación en el video inferior y descarga su PPT aquí.