“Todos saben lo que significa hacer un buen negocio: crecimiento, retorno de la inversión, número de innovaciones en el mercado, precio de la acción”, asegura Hans Eben, Director Gerente General Unilever Chile. Sin embargo, la clave está en el “cómo” ser un negocio sustentable, es decir, ser una empresa con propósito claro e impacto social positivo.
“El ‘cómo’ no es pura forma, no es responsabilidad social corporativa y no es greenwashing, sino que debe ser parte de la estrategia del modelo de negocio y tiene que estar en toda la empresa”, afirmó Eben durante su presentación en la Mesa Redonda de ICARE “El buen negocio de hacer el bien”.
Eben comparte algunas medidas tomadas por Unilever para ser un negocio sustentable, tener un impacto social positivo y reducir la huella ambiental. “Tener un impacto social positivo, crecimiento del negocio y reducir la huella ambiental”, así resume Hans Eben lo que ha aumentado significativamente la rentabilidad de la empresa. “El precio de la acción de Unilever ha crecido más de 70% desde 2010”, cuenta.
Estas son las metas de Unilever por año:
“Es fundamental que en las grandes empresas, el CEO esté convencido del propósito y sea él quien haga una bajada” — Hans Eben, Director Gerente General Unilever Chile
En tanto, Eben anima a ser una empresa con propósito claro, debido a que “las marcas con propósito crecen más rápido”, ya que “aumenta la participación de mercado; potencia la innovación; tiene impacto positivo en el negocio y reputación; genera atracción y retención de talento; mejora los resultados financieros”.
No obstante, enfatiza en que “es fundamental que en las grandes empresas el CEO esté convencido del propósito y esa él quien haga una bajada”, y comenta que así sucedió en Unilever cuando en 2009 llegó un nuevo CEO.
Hans Eben asegura que “aún hay mucho por aprender y por hacer”, por lo que “hemos comprado empresas B para aprender de ellas”, ya que las empresas B “han alineado su éxito económico con el impacto que generan. Tienen los más altos estándares globales de desempeño social y ambiental; deben tener un propósito estatutario más allá del financiero; el sistema de medición B facilita que todos contribuyan a los ODS; más de 60 mil empresas usan la evaluación B como herramienta de gestión en el mundo”.