La sesión inaugural de ENADE aporta una reflexión de alto nivel frente el período más desafiante de nuestra historia como nación. Nuestro país conoce bien el rigor de las fuerzas de la naturaleza y también ha visto desatadas las pasiones humanas de tiempo en tiempo. Sin embargo, no parece exagerado decir que la confluencia de adversidades de los últimos quince meses no tiene parangón en su extensión, complejidad y profundidad.

Somos protagonistas de un proceso de gran relevancia lo que también es una gran responsabilidad y conlleva poner al servicio de Chile nuestros mejores talentos y capacidades para articular acuerdos y enfocarnos en el bien común. En este contexto el país ha iniciado un proceso de gran complejidad política como es dotar a Chile de una nueva Constitución Política que, aprendiendo del pasado, pueda establecer las grandes reglas que nos conducirán a un mejor futuro.

La empresa no puede estar ajena al momento que vive nuestro país. Un primer reconocimiento de la realidad indica que el actual proceso constitucional nace como respuesta a la insatisfacción profunda de un porcentaje significativo de nuestra población con diversos aspectos en la estructura social y económica chilena. Muchas familias han mantenido carencias sociales y económicas que les impiden alcanzar mayores niveles de calidad de vida, a pesar de los innegables avances que ha experimentado el país en muchos ámbitos.

Estamos convencidos que la empresa puede aportar significativamente a la resolución de esas carencias. Tenemos la certeza de poder generar grandes aportes a la solución de dichas demandas. Somos conscientes que el país sorteará mejor estos desafíos si en ello está comprometido todo el vigor, la creatividad, los recursos y la capacidad de articulación que generan las empresas. ¿A qué se puede comprometer el mundo empresarial en este momento histórico? ¿Cuál es el llamado que formulamos desde ENADE entendiendo que el desafío es monumental y al cual nadie se puede restar?

Esta sesión de ENADE está específicamente referida a la conexión de la empresa con la sociedad, donde la escucha, el diálogo, la colaboración y el genuino interés por hacer las cosas bien, definen una nueva agenda para la comunidad empresarial.

La sesión analiza diversos casos de empresas y organizaciones que han abordado un proceso de transformación cultural que permitirá a la empresa chilena innovar, construir nuevas realidades y aportar soluciones concretas a los principales problemas que nos afectan. Su contenido ofrece un atractivo espacio donde diversos actores comparten visiones de la empresa, su aporte y desafíos en el marco de una sociedad en plena evolución.