¿Es posible generar sostenibilidad económica, avanzando en dimensiones ambientales y sociales?

Esto se cuestionaron en el consorcio Valdivia Sustentable, dirigido por Francisco Luzzi, quien presentó los últimos avances y la relevancia del desarrollo urbano en zonas rezagadas.

Progreso regional

“Soy un convencido que el cambio cultural para la sustentabilidad en nuestro país vendrá en parte importante desde las regiones”, comenzó exponiendo Luzzi.

Así reflejó la visión del Consorcio Valdivia Sustentable (CVS), una iniciativa público, privada, académica y ciudadana que se ha desarrollado hace diez años con un objetivo claro:

“Apoyar y promover iniciativas que permitan proyectar la sustentabilidad de la ciudad en el mediano y largo plazo”, explican en su página web.

¿Cómo? Potenciando, planificando y coordinando proyectos estratégicos que mejoren la calidad de vida de los valdivianos.

“Son estas [las regiones], las que se han comenzado un proceso que va más allá de la sostenibilidad económica, impulsando avances en otras dimensiones como la ambiental y la social”, dijo Luzzi.

Y es que hace solo diez años había un panorama muy distinto en la ciudad sureña. Por lo que se propusieron el desafío de generar prosperidad en una zona “rezagada tanto cuantitativa como cualitativamente”, indicó.

Impulsando singularidades

“Nuestro desafío fue en ese momento, ponerle un valor a nuestras singularidades y diversidad cultural. Decidimos transformar a la ciudad en la capital náutica del país”, expresó.

Pudieron ver que más del 50% del área urbana son agua y humedales, por lo que emprendieron en proyectos para relevar el río navegable.

“Ese espacio público, una zona gris fuera de toda planificación y uso productivo, podía ser una tremenda fuente de riqueza socioeconómica y ambiental”, enfatizó el director.

Nuevos proyectos para los ríos

El objetivo era recuperar el potencial subutilizado del torrente. Para ello se construyeron muelles públicos y privados, se habilitaron otros mejorando su uso turístico y promoviendo toda la actividad posible.

“Desempolvando proyectos estancados como el centro de alto rendimiento náutico, puentes, costaneras y sobre todo al sistema que más visibilidad tuvo, el sistema de transporte fluvial sustentable«, indicó.

«Unas recompuestas por embarcaciones eléctricas con un sistema de muelles o paraderos fluviales que, usando el río como una especie de línea de metro, interconectaba la ciudad de punta a punta”, agregó Francisco.

Las intervenciones lograron generar capital social y esto les permitió: “comenzar un camino que nos ha llevado a ser en este momento la ciudad con mejor calidad de vida del país”, dijo Luzzi.

A cuatro bandas

Rápidamente se dieron cuenta que objetivos en los que participan las siguientes instituciones:

  • Estado: municipio como administrador del territorio, gobierno regional, secretarías ministeriales, etc.
  • Privados: empresas y profesionales.
  • Social: ONGs y liderazgo ciudadano a través de juntas de vecinos, por ejemplo.
  • Universidad Austral de Chile (UACh).

Luzzi enfatizó que mientras no aprovechemos como país:

“Las ventajas nacionales y la diversidad, el acervo cultural, el talento y los recursos de sus territorios y regiones. Mientras no pensemos en el país de manera más equitativa, estaremos definitivamente perdiendo oportunidades y siendo lo menos sustentable posible”.

Por último, invitó al público a interesarse, emprender e invertir en los ríos de Chile.

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