La ministra directora de la Mujer y la Equidad de Género, Isabel Plá, presentó en el foro “Diversidad: Mitos y Fantasmas” de ICARE, realizado este jueves 9 de mayo en Santiago Business & Conference Center.

“La inclusión, la diversidad y la equidad de género son desafíos globales para el gobierno: cruza a todos los ministerios y servicios”, indicó Plá y señaló que lo mismo debe ocurrir en el mundo empresarial.

Barreras objetivas y culturales

La ministra indicó que existen barreras objetivas y culturales para alcanzar la integración plena de las mujeres en Chile. Las primeras son posibles de modificar y tienen que ver con que el cuidado de la familia siga recayendo sobre los hombros de las mujeres.

Las culturales, se relacionan con la percepción de que el trabajo de las mujeres tiene un valor inferior al del hombre. O simplemente la tendencia a preferir la uniformidad en lugar de  la diversidad, la que en una primera etapa requiere adaptación.

Son solo mitos y fantasmas

Plá habló sobre los mitos o fantasmas que existen en relación a la diversidad, y en particular, respecto de la equidad de género. Por ejemplo, que cuando una mujer trabaja fuera del hogar se descuida la familia, o que las mujeres son una carga para las empresas.

También mencionó el mito de que el ingreso de los hombres debe ser mayor porque mantiene a la familia. “El camino hacia la diversidad pasa por valorar el trabajo y las competencias por su mérito, independientemente de cuáles son las obligaciones que tienen las personas fuera del trabajo”, dijo la ministra Plá.

En Chile, desde 1990 se ha duplicado el número de mujeres que se percibe a sí misma como jefa de hogar, por lo que el mito debería estar desapareciendo.

Por otra parte, mencionó dos mitos que tienen que ver con la posición de las mujeres en espacios de alta responsabilidad. Primero, que las mujeres con ambición y mérito son las que llegan a la meta. Y, por otro lado, el hecho de que no hay mujeres disponibles para posiciones de liderazgo.

“El ministerio comprobó este mito porque implementó un registro de mujeres para los directorios, con ayuda de diferentes agrupaciones y organizaciones. Sumamos casi 300 mujeres con trayectoria, competencia, que cumplen exigentes requisitos y están disponibles para ocupar cargos de alta responsabilidad”, aclaró.

La colaboración mueve el carro

“Esperamos que las compañías chilenas de verdad se pongan a tono con el mundo, y comprendan lo importante que es abrir esos espacios y puertas y considerar a las mujeres en sus directorios, no como excepciones ni símbolos de diversidad, sino que en igualdad de condiciones”.

La ministra señaló que a través de un diálogo permanente y fluido de colaboración entre el mundo público y el mundo privado se puede mover el carro de la diversidad con más velocidad. “El cambio en Chile está en marcha, pero sí nos gustaría que tuviera una mayor velocidad”, cerró.

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