Durante los últimos años muchos comentaristas han utilizado el término “disrupción”, algunas veces sin mucha previsión. Es una palabra que vende diarios y revistas, y atrae público para la televisión. No obstante, ha traído cambios en el mundo de la administración tributaria.
“Que la administración tributaria se vuelva digital no significa simplemente el ‘fin de la declaración de impuestos’. Significa aumentar gradualmente los requisitos de presentación de datos, rutinas mejoradas de análisis de datos y más intercambio rutinario de archivos tecnológicos”
En la mayoría de los casos, dice este estudio de Ernst & Young, los observadores detallan las oportunidades asociadas a la disrupción, pero no los desafíos subyacentes. Hablan de la creciente cuota de mercado; la llegada al mercado antes; del desarrollo de nuevas herramientas, productos y ofertas. Todo eso es cierto, pero es sólo una cara de la moneda. Los desafíos de la disrupción en el mundo de los impuestos son cada vez más evidentes. Estos le están pegando especialmente fuerte a los contribuyentes mientras luchan por mantenerse al día con los cambios de diseño, tanto en la política de impuestos como en los frentes de administración tributaria.
Que la administración tributaria se vuelva digital no significa simplemente el “fin de la declaración de impuestos”. Significa aumentar gradualmente los requisitos de presentación de datos, rutinas mejoradas de análisis de datos y más intercambio rutinario de archivos tecnológicos. Todo esto tanto entre los contribuyentes y la autoridad fiscal, pero también entre la autoridad fiscal misma.
A pesar de las diferencias en el mundo, una revisión global de prácticas destaca un número de similitudes. Acá puedes encontrar 8 tendencias comunes en el mundo: