«Lo interesante del Bitcoin es que la historia de la transacción está guardada completa en cada uno», dice Jorge Valencia, Head of Global Markets del Banco Santander, sobre la primera moneda digital del mundo, y que hoy está alcanzando un valor cercano a los US$14.700 (al 8 de enero de 2018), después de haber alcanzado un peak de US$19.192 el 16 de diciembre pasado.

El Bitcoin «básicamente es una moneda digital en donde no intervienen terceros, sino que son computadores y no depende de ningún Banco Central», dice Jorge Valencia, quien también es miembro del Círculo de Finanzas de ICARE

Valencia explica que el Bitcoin «originalmente surgió como una especie de protesta a los bancos centrales y como una forma de resguardar recursos porque iba a venir la inflación mundial, o porque el sistema financiero iba a morir».

Sin embargo, pese a su valor como medio de pago en línea, para el también miembro del Círculo de Finanzas de ICARE su real valor radica en otro aspecto: «Lo interesante del Bitcoin es que la historia de la transacción está guardada completa, tu puedes conocer todo lo que ha ocurrido con las transacciones asociadas a ese Bitcoin desde que se creó, y todo eso es público. La utilidad entonces no tiene que ver tanto con la moneda propiamente tal, sino que con que esa tecnología te puede permitir hacer catastros sobre un montón de cosas y de transacciones».

«Lo interesante del Bitcoin es que la historia de la transacción está guardada completa, tu puedes conocer todo lo que ha ocurrido con las transacciones asociadas a ese Bitcoin desde que se creó, y todo eso es público», dice Valencia

Así, explica que uno al adquirir un Bitcoin puede revisar qué cosas fueron compradas con él desde que se creó y hasta el momento en que pasó a nuestra propiedad. «Entonces nunca se van a perder los pagos, siempre vas a saber donde están, vas a saber si la plata es mal habida o bien habida, y mejora un montón el control y el proceso de todos los aspectos», dice.

Además, Jorge Valencia aclara que uno así como puede comprar uno o más bitcoins, también los puede vender y recuperar los dólares o los pesos que había invertido.

Aswath Damodaran: «No compraría un Bitcoin porque está sobrevalorado»

«Un Bitcoin no es un activo sino una moneda, y como tal, no lo puedes valorar ni invertir en él, sólo puedes ponerle precio y transar con ella». Así de claro es Aswath Damodaran, profesor de finanzas corporativas en el Stern School of Business de la Universidad de Nueva York.

Nacido en 2009, Bitcoin se convirtió en la primera «moneda digital» en el mundo. Independiente de cualquier país o banco, es aceptada como medio de pago en diversas tiendas a través de internet, pero también hoy es utilizada como medio de inversión.

«El Bitcoin no es un activo, no es un commodity, es una moneda pero todavía no muy buena, en la medida de que tiene una aceptación limitada como medio de intercambio y es muy volátil como para ser un depósito de valor», dice Aswath Damodaran

En la última entrada de su blog, Damodaran se pregunta qué es el Bitcoin: ¿un activo, una moneda, un commodity o algo coleccionable? «No es un activo, no es un commodity, es una moneda pero todavía no muy buena», responde el economista. Esto, continúa argumentando, «en la medida de que tiene una aceptación limitada como medio de intercambio y es muy volátil como para ser un depósito de valor».

En esa línea, el profesor de la Universidad de Nueva York dice que hay «tres posibles caminos de Bitcoin como moneda» en el futuro:

  1. La moneda digital global: «En el mejor escenario posible, Bitcoin alcanza aceptación global en todo tipo de transacciones al rededor del mundo, transformándose en una moneda digital de uso global». Para ello dice que debe volverse «más estable y el áurea de misterio al rededor de él debe desaparecer».
  2. Oro para los millenials: «En este escenario, bitcoin se convierte en un refugio para aquellos que no confían en los bancos centrales, en los gobiernos y las monedas fiduciarias. En simple, toma el lugar que el oro ha ocupado históricamente para aquellos que han perdido la confianza o le temen a la autoridad central.
  3. Una moneda colapsada: «En este, el peor escenario posible, Bitcoin es como una estrella fugaz que atrae más dinero a medida que se dispara producto de aquellos que ven en él una fuente de fáciles beneficios. Pero así de rápido como llegaron los inversores, estos se mueven a algo nuevo y diferente (que puede ser una diferente y mejor diseñada moneda digital), dejando a los dueños de Bitcoins con las memorias de lo que podría haber llegado a ser.

Damodaran, sin embargo, no se inclina por ninguna de estas alternativas en específico: «Mentiría si dijera que sé cuál de estos escenarios ocurrirá, pero todos estos escenarios son completamente posibles», dice.

Para cerrar su opinión sobre los bitcoins, escribe: «¿Compraría un Bitcoin a US$6.100? No, pero no por las razones que ustedes piensan. No lo haría porque creo que está sobrevalorada, porque no puedo realizar ese juicio sin valorarla y, como he dicho antes, esta no puede ser valorada».

Puedes revisar la entrada completa a su blog aquí.