El Índice Mensual de Actividad Económica (IMACEC) arrojó una caída de 2% en mayo, según la publicación del Banco Central de Chile.

“La variación anual del Imacec fue explicada por la caída de la minería y, en menor medida, del comercio”, señaló el organismo en un comunicado.

Esta caída fue el puntapié inicial para analizar en el programa “La Semana Económica”, transmitido este lunes 3 de julio.

Con la conducción de Michéle Labbé, economista, académica de la Universidad San Sebastián (USS), e integrante de nuestro Círculo de Economía y Finanzas, este capítulo contó con:

Ricardo Mewes — Presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC).

Claudio Sánchez — Secretario General de la Confederación de Trabajadores de Chile (CTCh).

IMACEC a la baja

Los resultados del índice de mayo son la cuarta caída consecutiva de este año y el nivel más bajo desde diciembre de 2022.

Si bien el índice no sorprendió al presidente de la CPC, indicó que sí complica al empresariado. Por lo mismo, señaló que se debiera empujar con mayor ímpetu.

“El crecimiento económico genera espacios para mejorar las condiciones de trabajos y crea mecanismos para ir en ayuda de las personas, claramente es un elemento esencial de lo que tenemos que preocuparnos”, señaló.

El secretario general de la CTCh expresó que, dados los índices de los últimos meses, no es un resultado inesperado.

“Existe un estancamiento y proyecciones de crecimiento cero que están dadas por diversos factores […] No existe inversión o es menor en comparación con años anteriores. Por lo tanto, no se generan nuevos trabajos ni dinamismos en la economía”.

A su vez, planteó dos problemas que, desde su perspectiva, afectan el crecimiento económico nacional.

Uno es de carácter estructural y tiene que ver con la necesidad de modernizar el Estado para incentivar las inversiones.

“Las concesiones o los permisos para la inversión demoran cuatro a cinco años”, afirmó.

Otro corresponde a la crisis de seguridad que vive el país. “La inseguridad es un problema y un indicador que golpea a la inversión y la generación de empleos”, manifestó.

Ley de 40 horas y salario mínimo

En abril se promulgó la ley que reduce gradualmente la jornada laboral de 45 a 40 horas semanales.

El impacto de esta medida ha sido cuestionada en ciertos sectores por su efecto en la productividad.

Desde el punto de vista económico, cuando el crecimiento económico es negativo, podría afectar, señaló Sánchez.

Sin embargo, desde la óptica de los empresarios, considera que podría abrir nuevos escenarios.

“Hay posibilidades de negociar con las organizaciones sindicales, o contratar nuevos trabajadores, estableciendo cuotas de trabajo dentro de un periodo mensual que genera mayor flexibilidad y beneficiosa para la actividad comercial”, explicó.

Mewes señaló que hubo un trabajo entre el mundo empresarial y los trabajadores en el Foro Laboral, convocado por la CPC, al que asistieron tres centrales sindicales.

“Pudimos incorporar mecanismos de adaptabilidad, lo que había sido muy difícil en conversaciones anteriores que el mundo del trabajo reconociera que, para poder avanzar en esto, era importante”.

En relación con aumentar el salario mínimo a $500.000, la situación es diferente.

“Fue un acuerdo entre el gobierno y la CUT. No participó el mundo empresarial”.

“[Esta medida] origina un costo adicional que es difícil llevar adelante para muchas empresas. Cuando no hay flujos de dinero, hay que salir a buscarlos y vender más. Sin embargo, en una economía estancada, no se vende más, sino que al contrario”.

“Este tipo de situaciones afectan a la productividad y la generación de nuevos puestos de trabajo”, agregó.