Paz Zárate recuerda claramente el día que descubrió su verdadero sueño.

Tenía seis años, tomaba desayuno antes de irse a la escuela y veía las noticias en la televisión.

En aquel entonces veía el sufrimiento ocasionado por la Guerra de las Malvinas y sentía preocupación de que Chile pudiera estar involucrado en un conflicto de tal magnitud.

«Tiene que haber alguien que se encargue de prevenir esos conflictos o solucionarlos, gente que pare el sufrimiento […] Y le dije a mis padres que quería dedicarme a eso», rememoró.

Años más tarde, Zárate, abogada, asegura haber cumplido su inusual sueño: dedicarse al derecho internacional.

«La vida me llevó al ejercicio en la solución de controversias. Así fui aconsejando Estados, organizaciones y siempre he estado vinculada a estos temas […] Cumplí mi sueño de infancia», afirmó durante la decimoctava edición de la cuarta temporada de En Persona.

Dicho episodio se emitió el domingo 17 de julio a través de ICARE TV.

Durante la conversación que sostuvo con Cristián Warnken, la letrada se refirió a distintos temas de interés nacional.

Asimismo, detalló aspectos de su vida personal y profesional, explicó la importancia de poder conocer a figuras como Francisco Orrego Vicuña y James Crawford, ahondó en la relevancia de escuchar en el ejercicio del derecho, en lo fundamental de la creatividad en el derecho internacional en los daños que el populismo le causa a las relaciones internacionales.

Una Constitución extraña y llena de detalles

Uno de los puntos que Zárate enfatizó durante el programa es que para dedicarse al derecho internacional hay que tener la intención sincera de resolver controversias.

De lo contrario, apuntó, se cae en la utilización de un mecanismo jurídico para efectos de política interna que suele «inflar sentimientos nacionalistas», poniendo como ejemplo lo ocurrido en el gobierno de Evo Morales en los litigios entre Chile y Bolivia.

Por otro lado, dio su punto de vista sobre la redacción del borrador de la nueva Constitución.

«Desde el punto de vista del lenguaje, es una Constitución muy extraña», expresó.

En ese sentido, aseveró que las constituciones, por lo general, son sucintas y la técnica es fundamental.

«Una constitución debe ser esquelética; está hecha para ser la base del edificio legal de un país», agregó.

Al leerla, manifestó, su contenido se asemeja más a una ley o un programa de Gobierno.

«Hay demasiados detalles y esto lo digo simplemente desde el punto de vista del derecho comparado», dijo.

Populismo y sus peligros para las relaciones internacionales

En materia de tratados internacionales, Zárate destacó que Chile cuenta con buenas relaciones comerciales con Estados Unidos y la Unión Europea.

Sin embargo, señaló que hay una narrativa en contra de dichos tratados y criticó a quienes afirman que solo benefician a una parte.

«Son cosas que me preocupan, porque yo sé lo que el populismo ocasiona en relaciones internacionales», añadió.

La abogada puso el ejemplo del Brexit y cómo cambió la cultura del Reino Unido.

«Eso pasa a partir de buscar enemigos externos y yo no quiero eso para Chile», puntualizó.