Supongo que para la mayoría de los premiados con la distinción ICARE, el más destacado de los honores empresariales, debe significar una gran sorpresa, ya que por definición, los empresarios no apuntamos hacia los honores, sino que nuestra mirada se dirige a las realizaciones concretas.
Personalmente no sólo ha sido para mí una sorpresa grande e inesperada, sino que me ha invadido de una sensación de desconcierto, ya que por personalidad –quienes me conocen pueden asegurarlo- siempre he estado lejano a la figuración, a la aparición pública y a los honores. Tal es así que en pocas ocasiones participo en los directorios de las compañías donde tengo un interés relevante.
Agradezco muy sinceramente tan alta e inmerecida distinción y la tomo más como un agradecido reconocimiento a la labor silenciosa, tesonera y perseverante, no sólo mía, que es muy menor, sino a la del conjunto de socios que me han acompañado y del equipo de ejecutivos con los cuales hemos emprendido tantas aventuras empresariales.
Soy de familia de agricultores de tradición, habiendo recibido el ejemplo de mis padres, quienes son mi modelo y me han inculcado el espíritu de sobriedad, de callada laboriosidad y el entusiasmo de emprender, lo pequeño y lo grande.
No podría en estos instantes dejar de hacer mención de mi padre, ya en el cielo, Luis Alberto Fernández Larraín, quien ha sido mi maestro, mi amigo sincero, mi capitalista inicial y, claro está, mi muy querido y cercano padre.
Era tal su entusiasmo y cariño por el campo que cuando en conjunto emprendíamos en Santiago la construcción de casas, yo le hacía ver el gran daño que nos provocaría una lluvia cuando las casas no estaban aún techadas, en cambio él gozaba con el beneficio que la lluvia traería a las siembras.
Tampoco podría dejar de mencionar a mi maravillosa madre, Sofía León Noguera –hoy aquí presente-, que con sus jóvenes 94 años sigue siendo el pilar de la familia, habiendo sido la compañera y consejera ejemplar de mi padre y mi propia consejera. Inteligente y lúcida conductora de la familia. ¡Gracias mamá!
Se me ha pedido que dé unas pinceladas de mi actuar empresarial. Debo reconocer que siento cuesta adquirir este protagonismo y hablar en primera persona. Pero, manos a la obra….
La veta principal de mi actividad profesional la he concentrado en el desarrollo inmobiliario, habiendo emprendido obras pequeñas, y a decir verdad, otras no tanto. Es allí donde he puesto el corazón, y me he esforzado por no descuidar ningún detalle, por pequeño que sea.
Siempre se ha dicho -y lo reitero con la experiencia de los años- que la clave del éxito está en escoger siempre la ubicación óptima del terreno. Naturalmente que ello ha de ir precedido de un buen proyecto que satisfaga plenamente las necesidades de la demandada. Esto suena fácil, muy fácil, pero en la realidad, lo aseguro, no es tanto.
Quisiera hacer mención de mis compañeros desde los primeros días, mis grandes amigos Jaime Gana Matte y Marcos de Iruarrizaga, con los que a través de los últimos treinta años hemos construido innumerables edificios de departamentos en el sector oriente de la capital.
Durante esa misma época me vienen a la memoria las grandes urbanizaciones habitacionales realizadas en Los Benedictinos, San Carlos de Apoquindo y La Dehesa.
Aquí es difícil dejar de mencionar a mi amigo Alfonso Guzmán Matta, socio de muchos negocios inmobiliarios.
Debo confesar que cuando se ha vibrado con cada uno de los proyectos inmobiliarios emprendidos, es difícil destacar algunos dejando en el olvido a tantos otros. Algo del corazón se queda prendido, incluso en el más modesto de los proyectos.
Pero si en este orden debiera marcar preferencias, me quedo con LAS BRISAS DE SANTO DOMINGO. Este terreno fue un fundo que por más de sesenta años ha pertenecido a la familia. Son suelos de secano, de escasa productividad y aparentemente con mero destino agrícola.
Hoy se ha convertido en un proyecto regalón, pues con él inauguramos, con bastante audacia, un nuevo concepto para la segunda vivienda, que intenta procurar sana entretención, deporte y esparcimiento familiar, unido a los encantos de una vivienda de playa, cercana a Santiago. ¡Descanso del estrés, sin estrés!
Sus 300 hectáreas, moderna cancha de golf de 27 hoyos, gran Club House, calles arboladas y urbanización de excelencia, han hecho que este proyecto sea públicamente reconocido, y por añadidura, un éxito comercial.
Esto mismo nos ha entusiasmado para continuar con un concepto semejante -si bien ahora dirigido a la primera vivienda- en el desarrollo urbanístico de LAS BRISAS DE CHICUREO, el que con 600 hectáreas, 36 hoyos de golf de gran calidad y abundantes posibilidades de hacer todo tipo de deportes, cumple una función social y familiar.
Hemos comenzado un nuevo proyecto inmobiliario en Buenos Aires, con un grupo de empresarios chilenos. Esta exportación no tradicional comienza a mostrar buenos resultados, ya que es el primer proyecto de condominio privado en la zona “De Pilar”. Combina adecuadamente áreas verdes y recreación en sitios de muy buen acceso, proyecto que ha tenido gran recepción local.
Hablando de mi trayectoria empresarial e industrial, quisiera destacar a mi amigo Manuel Cruzat, compañero de curso desde la primera preparatoria (hoy se dice primero básico), luego en la universidad y con el que me inicié en el mundo de los negocios y de quien mucho aprendí.
Con ocasión del nuevo modelo económico propiciado por el gobierno del General Pinochet –que invitaba por primera vez y después de tantos años a los empresarios a participar en las privatizaciones de empresas estatales- decidimos tomar parte activa en ellas, cambiando nuestra inversión en el GRUPO FORESTAL por acciones en empresas de servicio público.
Se abría así una ventana sin límites de oportunidades para lograr trabajo para muchos –incrementos de productividad en todos los campos- e infinitas mejoras de calidad para los consumidores. Creo que estas metas han sido, en general, logradas en la mayoría de las empresas en que hemos participado.
Fue así como en los años 80, junto a un selecto equipo de socios y amigos, comenzamos a dirigir la entonces Chilectra V Región, posteriormente CHILQUINTA. La armonía, el buen espíritu y el empuje de este grupo logró sus frutos.
Quisiera señalar entre ellos, muy especialmente a la familia Hurtado Vicuña, a José Enrique Diez, a la familia Gianoli Gainza, Sergio Lecaros y la familia Matte Larraín.
Con orgullo debo reconocer la luminosa trayectoria de CHILQUINTA –recibida con muchas falencias- la que se ha convertido en una empresa económicamente eficiente. Ha logrado una variada diversificación y una pujante salida al exterior, participando en conjunto con Gener, en partes iguales, en la primera privatización eléctrica, CENTRAL PUERTO, en Argentina.
En 1992 esta empresa generaba 500 MW y ocupaba 1.250 empleados. Hoy ha conseguido elevar su capacidad de generación a más de 2.000 MW con tan sólo 350 personas.
Posteriormente, CHILQUINTA concurrió a la primera privatización eléctrica en Lima, Perú, con LUZ DEL SUR, una empresa que ha duplicado su número de clientes bajando a la mitad las pérdidas eléctricas, y por lo tanto, mejorando sustancialmente sus resultados.
Hoy, con la venta de ENERQUINTA se ha conseguido una gran creación de valor para los accionistas. Ha permitido en pocos meses más que duplicar el valor de su acción, y con ello favorecer a pequeños, medianos y grandes inversionistas, gozando todos por igual de este incremento patrimonial.
CHILQUINTA, junto con la italiana STET TELECOM, quiso enfrentar en 1995 un nuevo desafío adquiriendo el control de ENTEL. Empresa fascinante que ha sabido incorporar el desarrollo tecnológico, ocupando hoy el primer lugar en telefonía de larga distancia y un muy buen segundo lugar en telefonía inalámbrica.
En estos pocos años ha pasado de una venta de US$ 280 M a un estimado para este año sobre los US$ 800.000 M.
En el rubro de la salud -a través de BANMÉDICA- en conjunto con mi gran amigo José Enrique Diez, hemos logrado avances importantes. Se ha transformado en la primera Isapre del país, con una infraestructura hospitalaria y ambulatoria única y de primera calidad.
Hoy, la Clínica Santa María –con asesoría internacional de primer nivel- se encuentra en expansión, duplicando su superficie y sus servicios.
Recientemente, y a través de BANVIDA, empresa en la cual participo con mi socio José Antonio Garcés, y que nació de la división de BANMÉDICA, hemos adquirido la totalidad del CONSORCIO NACIONAL DE SEGUROS, en conjunto con la familia Hurtado Vicuña.
Aquí intentamos, además de crecer en los rubros tradicionales de seguros de vida -colectivos y generales-, desarrollar otras importantes y nuevas líneas de servicios a nuestros clientes.
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Soy un profundo agradecido de las oportunidades que este país me ha brindado y doy gracias a Dios por tantas bendiciones recibidas.
La más importante de todas es haber encontrado a una mujer maravillosa, la Gringa, como cariñosamente la llamo, estupenda compañera, buena madre y gran consejera. Me honro en mis hijos, a quienes quiero entrañablemente y hoy miro el futuro por sus ojos y por el de mis nietos, que son mi gran felicidad.
He tratado en la vida de corresponder y ser consecuente con mi manera de pensar. Honestamente he perseguido actuar con ética, corrección, lealtad y justicia., tratar de no hacer con los otros lo que a mí no me gustaría que hicieran conmigo.
En las grandes realizaciones valen poco los elementos materiales si no van acompañados del equipo humano que los lleva adelante, objetivo que siempre he privilegiado, encontrando compañeros de ruta de inigualable calidad humana y profesional.
Largo resulta enumerarlos a todos, pero sería ingrato no destacar la labor abnegada de mi amigo Gonzalo Ibáñez y mi cuñado Johnny Mac Auliffe, inteligentes y leales compañeros de muchos años.
A ICARE, en la persona de su Presidente, don Mauricio Larraín, un agradecimiento sincero por este gran e inmerecido honor, el que recibo con humildad y que atribuyo en su mayor parte, a las personas y los equipos humanos -tanto socios como ejecutivos- con quienes he tenido la suerte de trabajar y que han sido los verdaderos actores de las muchas y muy variadas realizaciones empresariales que he descrito.
A todos ustedes que me acompañan hoy, un agradecimiento de corazón por venir a compartir este momento de gran alegría.■