¿Cuánto de lo que ha surgido durante los últimos años permanecerá y qué cosas volverán a ‘ser como antes’?

Es una pregunta que muchas empresas se hacen actualmente.

Sin duda, personas y organizaciones vivimos en constante cambio, la mayoría producto de contextos complejos y desequilibrantes.

A eso se suman las transformaciones aceleradas por la pandemia; cambios que desafiaron los liderazgos y la cultura organizacional.

En ese sentido, uno de los términos que mayor relevancia ha ganado en este tema es transformación digital.

Pero, es importante destacar, que transformación digital no es un sinónimo de digitalización.

Mientras la digitalización se centra en la incorporación de nuevas tecnologías, la transformación digital se enfoca en las personas y cómo hacen uso de ellas.

La edición 2021 del reporte Cultura Digital, trabajo que reúne los esfuerzos tanto de ICARE como de CLA Consulting, es una invitación a reflexionar sobre aquellos elementos de la cultura organizacional que permiten acelerar las transformaciones y el rol que están desempeñando los liderazgos en estos procesos.

Descarga el reporte Cultura Digital 2021 aquí

Además, es una oportunidad para comprender que la transformación digital en realidad deber ser comprendida como una transformación organizacional que permite aprovechar el valor que ofrece el desarrollo de las tecnologías digitales actuales y futuras.

El 27 de abril realizamos el webinar Cultura Digital: Estado de avance de la transformación digital en las empresas chilenas.

Esta instancia nos permitió conocer el reporte Cultura Digital, trabajo que realizamos por tercer año consecutivo junto a CLA Consulting.

Claudio Muñoz, Past President de ICARE, fue el encargado de abrir este encuentro al que, posteriormente, se sumó Gregorio Etcheverry, socio y consultor de CLA Consulting.

Empresas chilenas con alta vivencia de cultura digital

Etcheverry se encargó de presentar los principales detalles de este trabajo y de explicar el trasfondo de su realización.

En ese orden, resaltó que la edición 2021 de este informe, realizado entre diciembre pasado y enero de este año, consideró las respuestas de 355 ejecutivos de empresas nacionales.

Además, recalcó que el modelo desarrollado para presentar los datos de este reporte divide la vivencia de la cultura digital en tres niveles: bajo, medio y alto.

Respecto a los principales resultados, el informe Cultura Digital 2021 apunta que el Índice de Cultura mostró un ligero avance de 2,8 puntos respecto al año anterior.

Es decir, dicho Índice se ubicó en 63,4%, un evidenciando un avance desde el 2019 de 14,8 puntos porcentuales.

Por otro lado, Etcheverry ahondó en ciertos insights relacionados con las Dimensiones de la Cultura Digital.

Este informe señala que la Cultura Digital está compuesta por cinco dimensiones:

1 – Cliente al centro: En qué medida las personas de la organización buscan agregarle valor al cliente.

2 – Agilidad: En qué medida las personas de la organización actúan proactivamente, se adaptan y dan respuesta rápida y adecuada a cambios en el entorno.

3 – Experimentación: En qué medida se promueven las buenas ideas, se prueban y se aprende de ellas.

4 – Integración: En qué medida se fomenta la colaboración para lograr sinergias.

5 – Data-centrismo: En qué medida la organización basa sus decisiones en datos, por sobre la costumbre, o las intuiciones.

Desafíos para las empresas en materia de cultura digital

Finalmente, el informe expone una serie de desafíos a partir de las conclusiones obtenidas en la medición de este año.

«Los resultados de este estudio muestran señales esperanzadoras. A pesar de que el Índice de Cultura Digital presenta una mejora de solo 2,8 puntos porcentuales, se consolida la tendencia al alza que viene desde el 2019″, expone el reporte.

En relación a esto último, uno de los objetivos pensando a futuro es insistir en dar respuesta a dos preguntas:

¿Para qué transformarnos?

¿Cómo lo vamos a hacer?

A su vez, se enfatiza la importancia de no dejar a un lado la necesidad de transformarse digitalmente.

«La convicción de la alta dirección pasa a cumplir un rol fundamental si es que se quiere seguir evolucionando y no volver a las formas tradicionales de ser organización», añade el informe.

Asimismo, el reporte hace especial hincapié en la dimensión de Agilidad, la única que experimentó una baja respecto al 2020.

«La baja autonomía que tienen los colaboradores para tomar decisiones sigue siendo la principal barrera […] Si no cambia el mindset de los liderazgos, pasando desde el dar instrucciones hacia el dar libertad dentro de un marco claro, los esfuerzos serán en vano y terminarán por generar más frustración en los equipos», puntualiza el informe.