Hoy Chile se enfrenta a grandes desafíos, estamos en medio de un momento intenso, pero a la vez histórico.
Probablemente, el reto más importante que tenemos ante nosotros es ser capaces de ponernos de acuerdo.
Debemos tener presente que las decisiones que tomemos en estos meses serán cruciales en el devenir de Chile.
Es por eso que, con el propósito de abordar los grandes temas del debate nacional, iniciamos una serie de transmisiones denominadas 2/3: punto de encuentro.
Todos los miércoles, a través de ICARE TV y EMOL TV, este espacio buscará mostrar esos puntos de encuentro y divergencia que nos permitirán construir un mejor país.
Cada semana, Hernán Larraín, director del Proyecto Constitucional de Horizontal Chile, e Isabel Aninat, decana de la Facultad de Derecho de la Universidad Adolfo Ibáñez, se alternarán la conducción de este programa que contará con la participación de destacados invitados.
«Tenemos un objetivo país de que esto lo hagamos muy bien y eso es una tarea que compromete todo el esfuerzo de ICARE«, señaló Lorenzo Gazmuri, presidente de ICARE.
Los derechos sociales. ¿Qué se puede garantizar? fue el tema central del quinto capítulo de esta serie de conversaciones, en esta ocasión conducido por Larraín.
Para ello, contamos con la participación de:
Constanza Hube – Abogada, Máster en Derecho Público y directora del Foro Constitucional UC.
Luis Cordero – Abogado, Doctor en Derecho y profesor de la Universidad de Chile.
25-O: de la gran participación al simbolismo de nuestras tradición republicana
Antes de entrar en materia, tanto Hube como Cordero resaltaron algunos aspectos importantes del Plebiscito celebrado del 25 de octubre.
En ese sentido, la directora del Foro Constitucional UC destacó el hecho de que la ciudadanía haya sentido seguridad al votar.
«La alta participación [más del 50% del padrón electoral], fue un reflejo de que existió seguridad», enfatizó.
Además, Hube señaló que la participación en un contexto de pandemia «ayuda a legitimar aún más el proceso».
Sin embargo, la abogada también ahondó en un punto que le preocupa un poco: las expectativas en la nueva Constitución.
«Los sondeos, los estudios de opinión y las encuestas muestran que las personas creen que la nueva Constitución puede mejorar su situación económica, la calidad de la educación, el acceso a la salud, las pensiones y el salario mínimo, y son elementos que son propios de política pública, que no van a depender de la Constitución«, aseveró.
Hube aseguró que es importante que el próximo paso sea el ajuste de dichas expectativas, para evitar frustraciones posteriores.
Por su parte, Cordero expresó que el Plebiscito del 25 de octubre «tiene cosas simbólicas y procedimentales».
Entre las simbólicas, el abogado afirmó que «lo que sucedió es fiel a la tradición republicana del sistema democrático chileno».
«En los momentos más complejos de la tradición institucional chilena hemos utilizado la democracia y, en general, las personas han entendido que es la manera más razonable y sensata de resolver un problema«, señaló.
A su vez, desde la perspectiva procedimental, Cordero destacó el papel jugado por el Servel.
«Tenemos un sistema electoral que funciona bastante bien, que genera confianza y que es transparente», agregó.
Los derechos sociales, ¿qué son y de dónde vienen?
Hube explicó que los derechos de segunda generación o derechos sociales son de contenido prestacional.
«El Estado tiene un rol activo, donde otorga una determinada prestación, bien o servicio», agregó.
En ese sentido, la abogada manifestó que los derechos sociales «siempre han tenido una discusión respecto de la Constitución actual, porque no tienen ese recurso de protección, no están garantizados judicialmente«.
Al mismo tiempo, explicó que entre las razones para no tener recurso de protección está «evitar la judicialización de la política».
«Eso es un gran nudo que tenemos hoy y que tenemos que solucionar […] Es un tema que está generando mucho conflicto y que necesariamente hay que abordar«, aseveró.
Desde una perspectiva histórica, Cordero apuntó que el siglo XX «suele ser definido como el siglo de los derechos sociales».
«Nos damos cuenta que no basta con ser titular de derechos que me den autonomía […] La relación del Estado con los particulares en verdad no es una relación de soberanía, sino que además es una relación de obligación», detalló.
Además, el académico resaltó que es inevitable el debate sobre derechos sociales sin preguntarse cuál es el modelo de Estado que está en mejores condiciones de satisfacer ese modelo de prestaciones.
A su vez, agregó que la discusión de los últimos 30 años sobre derechos sociales «reconoce la idea de una configuración de ciudadanía».
«No basta con tener derechos individuales si no estás en condiciones de ejercerlos. Por lo tanto, los derechos sociales pasan a conformar un espacio de reconocimiento de ciudadanía y complementario de dignidad», puntualizó.