PREMIO ICARE 1988 CATEGORIA ESPECIAL, ALMAC

DISCURSO DEL PRESIDENTE EJECUTIVO DE ALMAC SR. MANUEL IBÁÑEZ O.

Señor Presidente de ICARE
Señores Ministros de Estado. Representante de la Honorable Junta de Gobierno. Presidente del Consejo Económico Social. Presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio. Autoridades de Gobierno y Dirigentes Empresariales. Directores y Socios de ICARE. Familia y Amigos de los Premiados. Señoras y Señores:

Agradezco en nombre de Supermercados ALMAC, la distinción que ICARE nos otorga en este día. Apreciamos profundamente este premio y asociamos a él, a los muchos hombres y mujeres cuyo aporte y esfuerzo nos permiten cumplir diariamente con la función de servicio de nuestra Empresa.

Es probable que nuestra Compañía muestre innovaciones en los métodos y sistemas requeridos por la distribución al detalle y los servicios que ésta implica. Esas exigencias comerciales, dinámicas por su naturaleza, dan oportunidades de superación individual a todas las personas que laboran en la empresa.

Una visión más general, nos permite decir que esa mejor calidad de servicios, está presente en la larga y esforzada trayectoria que muestra todo el comercio minorista de Chile. La competencia en el mercado, es hoy, más fuerte que todo lo que antes habíamos conocido. Esta competencia es una sana y dura disciplina, además de condición esencial para el crecimiento económico y el progreso del país. Tal competencia y lo que ello significa, sólo la hemos conocido en Chile, en años recientes. Su resultado está a la vista: beneficio directo para los consumidores y, en general, para la economía del país.

En esta ocasión, debemos agradecer la política de libertad económica que implantó en Chile el actual Gobierno. Este cambio básico en el manejo económico, es el gran incentivo que impulsó el resurgimiento agrícola, industrial y comercial del país y, de modo muy especial, el perfeccionamiento de las personas que laboran en las actividades económicas.
Gracias a esa estrategia basada en la libertad individual y subsidiariedad del Estado, ha emergido en Chile, un renovado ímpetu empresarial. Sus manifestaciones en el comercio y particularmente en los Supermercados están a la vista. Hace quince años atrás, las dueñas de casa debían hacer largas colas y además, a los más necesitados, se les gravaba con el impuesto más regresivo: la galopante inflación. Hoy, con la proliferación de supermercados en la mayoría de los sectores y la agresiva pero saludable competencia que tiene lugar, el panorama es radicalmente distinto.
El esquema socialista de desarrollo – que por décadas colocó a Chile en la Mediocridad del llamado tercer mundo- ha sido reemplazado por una acción progresista, que integra a Chile al mundo moderno sitúa a nuestra querida Patria, entre aquellas con menos demagogia y más sentido de responsabilidad.
Todo lo anterior, está sujeto a la decisión que tomaremos próximamente en el Plebiscito. Debemos reflexionar acerca de lo que se ha logrado como fruto del inmenso esfuerzo de todos los chilenos. Los beneficios de largo plazo de la política vigente ya se comienzan a perfilar. En toda forma, nuestro camino de hoy y del futuro, está en la sobriedad chilena tradicional, en el esfuerzo personal sostenido, y en la reinversión de recursos para consolidar el desarrollo del país. En ese camino estamos y debemos continuar en él, para beneficio de todos.

Permítanme agregar que la fuerza que nos impulsa proviene de renovado sentimiento de patriotismo y de orgullo de se chilenos. Viene del amor que sentimos por el país, estimulado por un mayor conocimiento de nuestra tierra, su historia y su gente Este sentimiento, nos empuja a realizaciones que significan progreso y mejores condiciones de vida para nuestros compatriotas. En ellos reside la fuerza interior que nos mueve positivamente ahora, al igual que nos sostuvo en los momentos más difíciles.

Además es fundamental, que nuestro trabajo se traduzca en utilidades, porque los negocios igual que las personas, no viven de retórica. Pero esa meta económica, se alcanza mejor si prevalece, en nuestra inteligencia, las elevadas responsabilidades para con la Patria. Al menos, así lo sentimos nosotros en este día, cuando hacemos un alto en el camino para reflexionar sobre nuestra labor, y todo ello, Señor Presidente, con motivo de la alta distinción que nos confiere ICARE, y que, una vez más, agradecemos efusivamente en nombre de todos cuantos trabajamos en ALMAC.