Premios ICARE 2008
ICARE con su larga, exitosa y fructífera trayectoria se ha convertido en un referente no solo en el ámbito nacional sino que de clase mundial en la búsqueda de la excelencia en las técnicas modernas de administración de empresas y de apoyo a la gestión ejecutiva.
Es difícil, entonces expresar lo que se siente al recibir un reconocimiento de una institución tan prestigiosa.
Es un gran honor para mí recibir este reconocimiento el que ha generado en mi un profundo sentido de agradecimiento y de compromiso futuro, con los valores y principios de excelencia que ICARE propicia .
Hoy es un día casi mágico para mi, jamás había soñado recibir un reconocimiento tan importante y significativo, y tampoco estar rodeado de tantas personas queridas e importantes para mí.
Es difícil expresar en unos pocos minutos todos los sentimientos y reflexiones que me gustaría compartir con Uds.
Mi primer sentimiento es agradecer a Dios el haberme dado los padres que tuve y la familia en la que nací y crecí, la que me inculcó los valores y principios básicos que me han orientado en mi vida personal y profesional y la que me dio la oportunidad de acceder a una educación de primer nivel.
Así también, me siento profundamente orgulloso y agradecido de la familia que hemos formado con mi esposa Maria Cecilia, y nuestros hijos María Carolina, Jorge, Cristián y Andrés y sus familias, quienes me han dado la oportunidad de crecer y desarrollarme en un ambiente colmado de valores y cariño, que le dan a uno la inspiración, tranquilidad, apoyo y estímulo para desarrollar la labor empresarial.
Les agradezco haber comprendido mi vocación empresarial que muchas veces implica sacrificio de los tiempos destinados a la vida familiar y por haberme dado y seguir dándome cada día su valioso aporte e inspiración.
He tenido el orgullo de suceder a mi padre en muchas actividades y tengo también la satisfacción de trabajar junto a mis hijos Jorge y Cristian, hoy, pilares fundamentales en los nuevos negocios familiares que estamos desarrollando.
La labor de perseverar en el tiempo como empresarios no ha sido fácil, muchas veces, bajo escenarios política y económicamente muy inciertos y adversos.
Además de mi labor empresarial, he participado, siempre, activamente, en organismos gremiales y en organizaciones sin fines de lucro que promueven la libre empresa, la actividad industrial, la educación de excelencia, la discusión de las políticas públicas, la prevención de accidentes del trabajo y enfermedades profesionales, el bienestar de los trabajadores y los valores cristianos en la empresa. Esta labor de alto contenido social me ha enriquecido como persona y me ha proporcionado tremendas satisfacciones y estimo que ha sido un regalo de Dios el haberme dado la oportunidad de servir en esta forma.
La labor empresarial es el aunamiento de voluntades y capacidades en pos de objetivos compartidos, por lo tanto siento que debo compartir también este reconocimiento, con todos mis socios y colaboradores en las diferentes empresas que me han acompañado a lo largo de mi trayectoria empresarial.
Quiero agradecer y reconocer el trabajo comprometido, cohesionado y de excelencia de todos y cada uno de ellos en las diferentes empresas e instituciones en las que he participado.
Todos ellos han sido mis compañeros de ruta en mis actividades empresariales, gremiales y sociales.
Hemos compartido el desafío de desarrollar empresas y hacerlas sustentables a través del tiempo.
Nos ha guiado como norte la excelencia en la gestión y la innovación tecnológica como elementos claves para poder subsistir y crecer en un ambiente globalizado.
Gracias a que hemos privilegiado, además, el respeto por los valores básicos de la persona como pilar fundamental del crecimiento, estas empresas e instituciones se han convertido en organizaciones de primera línea en los mercados y actividades en que participan.
Lo anterior ha sido posible gracias a un permanente trabajo en equipo, centrado en el respeto, donde la experiencia profesional y visión de cada uno, ha significado para mí una fuente permanente de inspiración, experiencias y valores que me enriquecen día a día.
Todo esto hace que me sienta muy afortunado y agradecido, por haber podido hacer siempre lo que me gusta, con entusiasmo, dedicación y cariño pero por sobre todo por haberlo podido hacerlo con los socios y colaboradores que tengo en las empresas y en las instituciones en que participo.
Quisiera aprovechar esta instancia para compartir brevemente con ustedes algunas inquietudes y reflexiones.
La empresa es un agente social de primera relevancia en la organización social y económica moderna; es generadora de riqueza, de oportunidades de desarrollo de la persona y propicia la búsqueda del bien común.
Como empresarios y dirigentes de empresa ocupamos un lugar de relevancia en el desarrollo económico y social.
Al hacer empresa tenemos que poner en primer lugar al hombre como centro de toda actividad humana y alentar la búsqueda de su desarrollo integral.
Como constructores de la sociedad, como personas orientadas al emprendimiento, la innovación y la resolución de problemas, nuestra tarea es construir propuestas innovadoras que sirvan a las comunidades en las cuales estamos insertos, generando trabajo y producción de bienes y servicios.
Es por medio del trabajo que el hombre desarrolla sus capacidades aplicando la inteligencia y la voluntad. Esto dignifica al hombre, dándole un sentido de trascendencia y aporte a la sociedad.
Sin embargo, es importante que cada persona asuma que por sobretodo, el destino de cada uno depende fundamentalmente de las metas que cada uno se proponga y del esfuerzo que haga para lograrlas.
Me preocupa hoy día el destino de nuestro país, somos una nación pequeña y lejana, inserta en un mundo globalizado, que se desarrolla y evoluciona a una velocidad increíble en el que se generan todos los días nuevas oportunidades y amenazas, respecto de las cuales debemos reaccionar en forma inteligente y cohesionados.
Hoy en día además vivimos en una economía del conocimiento, los países no son ricos o pobres solo por los recursos que tienen, sino por la capacidad de su gente de emprender, crear y generar modelos de negocios innovadores.
La pobreza, hoy, es sobre todo, una pobreza de conocimiento y del uso y acceso a nuevas tecnologías y por lo tanto la fuente principal de la inequidad es la falta de acceso a una educación de calidad.”1.
Tenemos indicadores claros y objetivos de que nuestro modelo educativo es deficiente y que nuestras tasas de crecimiento económico están muy por debajo de la de otros países en vías de desarrollo. Hay que buscar las causas de esto y revertirlas.
Debemos dar a los jóvenes de Chile las herramientas para poder enfrentar este mundo globalizado con las mismas posibilidades de éxito que tienen jóvenes de otros países.
Su verdadera competencia no son sus compañeros de curso sino los jóvenes de la China o la India.
Esta deficiencia educacional es la inequidad e injusticia mayor que puede cometerse.
Esta falta de capacidades, hace que prolifere entre los jóvenes la desorientación y la delincuencia.
Faltan incentivos que motiven el emprendimiento y hay cada vez menos cultura de trabajo, menos espíritu de empresa, de inventiva y de creatividad. Todo esto nos lleva hacia una sociedad más estatista que perjudica sobre todo a los más pobres.
1 Documento Aparecida 62
Tenemos una legislación laboral basada en anacrónicos conceptos de enfrentamiento entre capital y trabajo, que limita seriamente el empleo y la generación de nuevos puestos de trabajo, la cual algunos pretenden modificar en un sentido aun más equivocado.
Lo que se requiere es una legislación laboral moderna que promueva el trabajo y genere más y mejores oportunidades de empleo.
Creo que en este sentido el rol de la empresa no está ni reconocido ni valorado en toda su magnitud como generadora de progreso económico ni como elemento básico para la eliminación de la pobreza.
Tal como los empresarios debemos ser eficientes en el manejo de nuestras empresas, el Estado también debe ser eficiente en la administración de sus empresas y de los recursos de que dispone.
Vemos con preocupación como se destinan importantes y crecientes recursos públicos a prestaciones de interés social como la educación y la salud, sin que estos generen soluciones ni de la calidad ni en la cantidad esperada.
No es conveniente ni racional que el estado imponga tributos a las personas y a las empresas y luego los use en desarrollar actividades que los privados pueden efectuar en forma mejor y más eficiente
Como país necesitamos también tener una visión humanista basada en valores universalmente aceptados, tales como, la verdad, la libertad y la justicia, el bien común, la participación y la subsidiariedad entre otros, es lo que debe orientar el camino hacia el logro de una sociedad próspera y sustentada en sanos principios que le permitan proyectarse en el tiempo y mantenerse en permanente progreso.
Creo que debemos promover el dialogo y el entendimiento con nuestras autoridades ya que la cooperación público privada es fundamental para la buena marcha del país.
Son tantos los desafíos y oportunidades que como país tenemos que debemos tratar de unirnos en pos de grandes objetivos nacionales, privilegiando los elementos que nos unen y resolviendo nuestras diferencias, con inteligencia y altura de miras, siempre buscando el bien común.
Señores, creo que el desafío de Chile es crecer, Chile de verdad puede mucho mas.
Siempre podremos discutir en cómo repartir la riqueza pero no podemos equivocarnos en como generarla.
De la pobreza solo se sale con más y mejor trabajo justamente remunerado.
Esa es nuestra tarea, generar cada vez más y mejor trabajo.
Es también la tarea de Chile y en esto tenemos que unirnos, todos.
Chile requiere un proyecto país sólido que nos permita a empresarios, trabajadores y ojala a un número creciente de nuevos emprendedores hacer el aporte que es fundamental para lograr el crecimiento económico y una mejor calidad de vida para todos.
Muchas gracias nuevamente a ICARE por el reconocimiento que me otorgado y a todos ustedes por haberme acompañado en este momento tan significativo para mí.