Discurso del señor Anacleto Angelini Fabbri

PREMIO ICARE 1983 EN CATEGORÍA EMPRESARIO

Señor Ministro de Economía, don Andrés Passicot; señor Ministro de la Vivienda, don Modesto Collados; señor Secretario General de Gobierno, don Alfonso Márquez de la Plata; señor Presidente de ICARE, don Canio Corbo; señores directores; señoras y señores:

Alejándome de un principio que me había esforzado en respetar, en orden a no participar en actividades públicas ni sociales, he querido estar presente en esta oportunidad, para recibir y agradecer la distinción que me ha otorgado el Instituto Chileno de Administración Racional de Empresas.

Estoy seguro de que tantos y tan buenos amigos, que tengo y he tenido en ICARE, habrían podido distinguir con dicho premio a muchos otros industriales que se han desempeñado en la actividad privada con más merecimientos que mi persona.

Por esta razón, vengo en aceptar con toda modestia esta gran distinción, y manifestar lo honrado que me siento y la gran satisfacción con que la recibo, especialmente por mi condición de extranjero.

Este acogedor país me ha brindado la oportunidad de desarrollar ampliamente mis inquietudes empresariales y de participar a lo largo de estos 36 años, desde mi llegada de Italia, en múltiples actividades, que van desde la industria de la pintura a la de la construcción y a la agrícola.

Posteriormente, en 1956, emprendí la agotadora y fascinante tarea de iniciar e impulsar el desarrollo de la industria pesquera de la zona norte, hasta sus actuales e importantes logros.

También me ha correspondido actuar en los rubros de seguros generales y en empresas del área industrial, maderera, forestal y comercial.

Estoy seguro de que ICARE, al otorgarme esta distinción, ha querido no solamente honrar a mi persona, sino fundamentalmente a todos mis queridos colaboradores, desde los que ocupan los lugares más modestos hasta los que desempeñan los cargos más importantes, representativos y de confianza. A todos los siento muy presentes y cercanos en este momento de alegría, y quiero dejar constancia pública de mis agradecimientos por su espíritu de sacrificio y colaboración, por la gran amistad, el inmenso cariño y el sentido de equipo con que siempre me han acompañado y distinguido.

Deseo aprovechar esta ocasión para invitarlos a todos a que sigan trabajando y luchando al lado mío con la misma dedicación y esfuerzo, para afirmar y consolidar cada día más los resultados alcanzados y llevar a la realidad todos nuestros hermosos sueños, proyectos y aspiraciones.

Agradezco a Dios haberme en su oportunidad guiado a esta querida tierra, donde tuve la dicha de encontrar la compañera de mi vida y una nueva familia, que siempre he sentido tan mía como aquella que en parte dejé en Italia, y en parte tuve la suerte de que me acompañara en Chile leal y esforzadamente en mis trabajos y empresas. Quiero dejar testimonio de mi agradecimiento profundo a todos ellos y en particular a mi esposa.

Muchas gracias a todos por esta distinción, que me ha llenado de orgullo y que me dará nuevas fuerzas para seguir llevando adelante mis proyectos e ilusiones.

Muchísimas gracias.