Agradezco al Directorio de ICARE el premio que me entrega en este acto.

Trato de recibirlo con modestia en lo personal, porque lo considero inmerecido.

Lo acepto, en cambio, con legítimo orgullo como cabeza de un grupo humano muy selecto, que comprende accionistas, directores, ejecutivos, técnicos y trabajadores.

He tenido la suerte de haber trabajado por diez años con un equipo de administradores cohesionado y profesional. Mi mérito, si tengo alguno, es el de haber sabido dirigir este grupo y haberme percatado de que la tecnología más importante en el mundo de hoy, como afirma Peter Drucker, se encuentra más que en la electrónica, en la genética o nuevos materiales, en el manejo empresarial.

El resultado ha sido óptimo, con un crecimiento espectacular que, en términos relativos, es uno de los mayores alcanzados en el país.

Desde que asumí la dirección del grupo Elecmetal, en acero fundido hemos crecido a tasas cercanas al 9% anual; en envases de vidrio a tasas del 11% anual, y en vino a tasas de alrededor del 15% anual, que se comparan con un desarrollo del país en el mismo período inferior al 4% anual.

En nuestra tarea, hemos tratado de imprimir un marcado acento ético en nuestras empresas porque creemos, como lo ha expresado el Cardenal Joseph Ratzinger, que “las reglas del mercado sólo funcionan cuando existe un consenso moral básico que las sustente”.

Hemos procurado tener ideas y estrategias claras y un sentido del mando definido, como corresponde a una organización eficaz.
Las empresas que dirijo tienen también un acentuado sentido social, con una preocupación real por los trabajadores y sus familias. Hemos mejorado los sistemas de atención médica y dental y los planes para combatir la desnutrición infantil. Colaboramos también con la educación de los hijos de nuestros trabajadores y procuramos en forma permanente solucionarles el problema de vivienda. Estamos otorgando, ya por varios años, bonos de gestión, absolutamente voluntarios, de acuerdo con los resultados de la empresa, y mantenemos diálogo franco y cordial con nuestros dirigentes sindicales.

Hemos sido pioneros en la lucha contra la contaminación ambiental, haciendo inversiones cuantiosas en una época en que muy pocos se interesaban en el tema que hoy tanto preocupa al país.

Hemos colaborado con la comunidad promoviendo el arte, la cultura, la investigación científica y la educación y hemos ayudado a mitigar situaciones de extrema pobreza.

Nuestras empresas son parte de la sociedad en que vivimos y por lo tanto consideramos que nuestro deber no sólo consiste en ser eficientes y producir utilidades.

Hemos tenido una preocupación especial por el desarrollo tecnológico y la calidad de nuestros productos y para ello contamos con la asesoría valiosa de empresas extranjeras.

Hemos sido intransigentes para defender nuestros derechos y cada vez en que la ocasión lo ha hecho necesario hemos levantado la voz ante la autoridad con respeto, pero con firmeza.

Una de nuestras preocupaciones ha sido la diversificación y por eso estamos en el acero fundido, en los envases de vidrio, en los envases de plástico, en la importación y distribución de artículos de menaje para el hogar, en el transporte naviero, en la televisión y desde hace poco en el negocio editorial. Además estamos en la industria química y en la ganadería.

Estas dos últimas actividades empresariales cumplen, además, la finalidad de preocuparse por el tiempo, cada vez mayor, que el ser humano dedica al ocio, en el sentido verdadero del término.

Somos optimistas respecto del futuro del país y por eso seguimos haciendo inversiones. Esta semana inauguramos una ampliación en Cristalerías de Chile. Estamos ampliando en un 70% la capacidad de Elecmetal. Hemos comprado dos nuevos predios agrícolas, en los cuales estamos plantando nuevas viñas. Hemos adquirido 4 barcos en los últimos 60 días y seguimos con nuestro plan para cubrir con 21 estaciones de Megavisión prácticamente todo el territorio nacional.

Tenemos un gran desafío por delante, en una época de cambios espectaculares. Estamos en la era de la tecnología de la información, con la cual es muy fácil lograr un desarrollo acelerado y sin la cual es igualmente fácil quedarse atrás.

En una época de cambios tan radicales, es difícil establecer estrategias. Como señala el profesor Peter Keen, de la Universidad de Harvard, en un libro recién publicado, hoy es difícil prever con seguridad lo que pasará en la próxima década y es por eso que la palabra “visión” ha suplantado los términos “estrategia” y “proyecciones” en la literatura sobre administración y planificación de empresas.

Señoras y señores:

Deseo reiterar mis agradecimientos al Directorio de Icare y hacer un reconocimiento muy especial a María Luisa, mi señora, por su comprensión y paciencia para aceptar mis largas jornadas de trabajo.

Termino pidiéndole a Dios Todopoderoso me siga ayudando a cumplir con mi deber de empresario, supliendo todas mis flaquezas y ayudándome a tener visiones acertadas del futuro, para el desarrollo acelerado de las empresas que dirijo y para la mayor grandeza de Chile.