¿Hasta dónde tiene que llegar la regulación para que no afecte la innovación? En esa pregunta ahondó Leo Prieto —fundador de FayerWayer— durante el Foro Empresarial “Economía de la colaboración” organizado por ICARE. El también director de “Awto” dio una respuesta intermedia y llamó a buscar soluciones.

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De haber existido una regulación más estricta, Leo Prieto, socio fundador de Betazeta y FayerWayer y director de Awto, no hubiera llegado a fundar dos medios electrónicos (uno de ellos el blog en español más leído del mudo) y una aplicación para arrendar autos. Sin embargo, dice que la regulación es buena, pero con algunos matices.

Regulación v/s Innovación

Durante su intervención en el Foro Empresarial “Economía de la Colaboración”, Leo Prieto entregó la principal clave de por qué, sin ser periodista ni tener mayor conocimiento de los medios, logró crear FayerWayer, un blog de tecnología leído en todo el mundo: “Usé una licencia donde la gente podía tomar nuestro contenido y llevarlo donde quisieran”, explicó. La idea era eliminar las trabas de derechos de autor y de uso exclusivo.

Algo similar le ocurrió con la primera página web que diseñó, lo que logró “gracias a que estaba funcionando en un entorno donde la regulación no existía o era tremendamente flexible y abierta”. Pese a que gran parte de sus logros los debe a la ausencia de regulación, es consciente de que algo de esta es necesaria.

“Si me preguntan, hay que regular. Pero hay que buscar hacerlo de la forma más neutra, flexible o amplia”, dice Prieto.

En la misma línea, llama a buscar “la forma de regular, pero también la forma de adoptar estos avances de la forma más amplia posible y que sea una regulación lo más abierta y flexible”.

Un desafío muy profundo

Para Leo Prieto, al menos en nuestro país, el tema va un poco más allá de regular o no regular, porque dice que “la forma en que estamos legislando no puede seguir funcionando”. Esto, porque según dice “no podemos tener un ministerio que sea responsable del Transantiago y de la fibra óptica, que son dos problemáticas totalmente distintas”.

Sobre el final de su exposición, invitó a no asustarse ante este dilema y buscar soluciones, pensar más en la forma en que está estructurada la regulación que en el texto o lenguaje que tiene el documento.

“Si empezamos a mirar hacia delante —dijo— los cambios que vienen no sirven o no podemos aplicarlos con la regulación actual, porque estamos constantemente mirando no sólo lo que está pasando hoy, sino que también lo que ha pasado durante los últimos tres años. Entonces estamos tratando de regular algo que sabemos va a cambiar dramáticamente en los próximos tres años”.