“A través del trabajo se busca una experiencia que dé placer y que haga sentir bien”, asegura Georgeanne Barceló, vicepresidenta de Recursos Humanos de Komatsu para Latinoamérica, al plantear los desafíos que enfrentan quienes trabajan con personas.

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Durante su intervención en la mesa redonda “Innovación en las Organizaciones”, organizada por ICARE, Georgeanne Barceló explica que antiguamente “el individuo era individualista y sentía que no necesitaba de la existencia de otro”. Sin embargo, “gracias al cambio en el sistema de trabajo, la nueva generación adquirió la concepción de red” y el necesitar de otro empezó a adquirir valor.

En esa línea, Barceló sostiene que las generaciones mayores “nos hemos acostumbrado a mirar el modelo de trabajo como una secuencia de tareas”, las que “requieren esfuerzo, el cual va a significar sacrificio, pero que tendrá recompensa, lo cual dará permanencia” (para descargar la presentación de Barceló haga clic AQUÍ).

“La gente está uniendo el trabajo con el placer”

Sin embargo, “la gente está uniendo el trabajo con el placer”, advirtió Barceló al explicar que ahora “a través del trabajo se busca una experiencia que dé placer y que haga sentir bien, que no tiene que ver sólo con hacer una tarea”.

Esta experiencia genera compromiso, el que para algunos puede significar permanencia en la empresa y para otros compromisos, por ejemplo, con la ética de la empresa, pero no necesariamente con la estructura”, agrega la vicepresidenta de RRHH de Komatsu.

Elemento lúdico para restablecer el equilibrio

No obstante, este cambio en el mundo del trabajo provoca “una disociación que hace que todos —millennials y no millennials— perdamos el equilibrio dentro de nuestra comunidad, porque ya nuestros intereses no son tan comunes”, advierte Barceló.

Para restablecer el equilibrio, la viceprensidenta de RHH de Komatsu propone incorporar un elemento “lúdico”, pero “no en el sentido del juego banal, sino que en el sentido original: en la prueba y error, en el frustrarse por perder, probar, innovar, crear, generar espacios, interconectarnos y pasarlo bien”.

Para Barceló en este nuevo equilibrio es más importante la interacción de las personas/grupos y cómo se maneja esa interacción, que la estructura y la infraestructura. “El nuevo equilibrio se sustenta en garantías de confianza y apertura a esa interacción”, agrega.

Finalmente, Georgeanne enfatiza en que la contribución individual de las personas en las empresas excede la productividad. “Las personas no solamente son productivas, sino que con esta nueva forma de ser, están contribuyendo a generar ecosistemas mucho más grandes, que me exceden a mí como compañía”, dice Barceló.